Adiós a un icono gastronómico de Murcia tras 50 años de historia: cerrado por jubilación

La retirada de su chef y propietario, Pepe Guillén, pone fin a medio siglo de recetas emblemáticas y deja huérfana a la cocina murciana tradicional.

La Parranda, uno de los templos culinarios más reconocidos de la Región de Murcia, ha bajado la persiana definitivamente. El histórico restaurante, fundado en 1975 en pleno corazón de la capital, cuelga el cartel de “cerrado por jubilación” tras cinco décadas de actividad ininterrumpida bajo la batuta de su alma mater, Pepe Guillén.

El histórico restaurante La Parranda de Murcia pone fin a medio siglo de servicio ininterrumpido

¿Puede una jubilación apagar los fogones de todo un emblema regional? La respuesta, esta vez, es sí. La decisión anunciada por Guillén marca la despedida de un establecimiento que se codeaba con referentes como Salzillo, La Pequeña o Rincón de Pepe, y que llevaba medio siglo defendiendo los sabores de la huerta murciana.

En la puerta ya luce el escueto mensaje que lo explica todo: “cerrado por jubilación”. Se acabó lo que se daba; ni alcachofas, ni pulpo al horno, ni rabo de toro volverán a salir de su cocina.

Las razones y el futuro del local tras el cierre anunciado por Pepe Guillén

La decisión responde exclusivamente al retiro laboral del chef y propietario, sin relevo generacional a la vista. Aunque por ahora no hay noticias sobre un traspaso o una nueva apertura en el mismo enclave, los vecinos del centro murciano lamentan la pérdida de un punto de encuentro culinario que ya formaba parte del paisaje urbano.

DatoDetalle
Año de apertura1975
Tiempo en activo50 años
Motivo oficial«Por jubilación»
Propietario y chefPepe Guillén
UbicaciónCentro de Murcia

Este resumen deja claro que estamos ante el adiós de uno de los restaurantes más longevos y reconocibles de la ciudad.

Platos emblemáticos que desaparecen

Resulta difícil imaginar las rutas gastronómicas del casco histórico sin sus propuestas clásicas. Entre las recetas que ya no podrán degustarse destacan:

  • Alcachofas de temporada
  • Pulpo al horno crujiente
  • Rabo de toro estofado
  • Variados de la huerta murciana

Para muchos comensales fieles, la noticia supone “perder un trocito de memoria”. Y es que La Parranda no solo ofrecía comida; ofrecía tradición.

Comparativa con otros cierres míticos de la Región y lecciones para el sector hostelero local

El cierre se suma al anunciado por Pablo Guardiola, otro icono costero que también dirá adiós en septiembre por jubilación y sin continuidad familiar. Ambos casos evidencian la vulnerabilidad de los negocios tradicionales cuando falta relevo, una realidad que el sector hostelero murciano deberá afrontar si no quiere seguir encadenando despedidas.

La Región pierde así un embajador de su cocina más auténtica. A corto plazo, los principales afectados serán los clientes habituales y los proveedores locales. A medio plazo, el impacto se dejará sentir en la oferta turística y en la identidad culinaria de Murcia. Veremos quién se atreve a tomar el testigo.

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