¿Te has dejado alguna vez la botellita de agua en casa y has pensado “bah, no pasa nada”? Pues a partir de ahora en Barcelona te puede costar hasta 300 euros. El gobierno de Jaume Collboni ha desempolvado la vieja Ordenanza de Civismo de 2006 y la ha remozado para perseguir, sobre todo, micciones callejeras (humanas y perrunas), grafitis y botellones. La idea es clara: calles más limpias, olores menos intensos y, de paso, recaudar un dinerillo extra.
¿La letra pequeña? Los descuentos por pronto pago se encogerán del cómodo 65-75 % al 40-50 %, así que la rebaja ya no será tan alegre. En resumen, si no quieres que tu paseo matutino acabe en una sanción salada, olvídate de excusas y mete esa botella en el bolso.
¿Por qué Barcelona quiere que lleves agua para el pipí de tu perro?
Responsables municipales y vecinos llevan años quejándose del olor a amoniaco que deja la orina canina en aceras y fachadas. Según la comisionada de Convivencia, Monserrat Surroca, “regar” el pipí no será un gesto de civismo opcional, sino una obligación legal recogida en la futura norma. La botella, de medio litro mínimo, servirá para diluir los restos y evitar manchas, un truco que muchas personas ya practican, pero que ahora pasa a ser exigible con sanción de por medio.
Por otro lado, la norma también apunta a quienes confunden la calle con el baño de su casa. Hasta ahora la multa “por mear donde pilles” era de 300 euros y poco más, pero el nuevo texto introduce agravantes: si la calle es estrecha o hay un urinario público (“vespasiana”, esos cubículos de metal) a menos de 100 metros, la sanción podrá subir dentro del tope previsto. De ahí que la botella para el perro sea solo la punta del iceberg de un paquete más ambicioso contra los malos olores.
¿Cuánto costarán las nuevas sanciones de la ordenanza de civismo?
El anteproyecto detalla importes exactos y los agrava cuando concurren circunstancias específicas. A modo de resumen práctico, aquí va la hoja de multas más relevantes:
Infracción | Multa base | Agravantes principales |
---|---|---|
No regar la orina del perro | Hasta 300 € | Reincidencia |
Micción humana en la vía pública | Hasta 300 € | Calle estrecha o baño público cercano |
Botellón (consumir alcohol en la calle) | Hasta 1.500 € | Presencia de menores |
“Rutas de borrachera” turísticas | Hasta 3.000 € | Promoción comercial de la actividad |
Descuentos por pronto pago | 40-50 % | Antes eran 65-75 % |
Como ves, la horquilla se estira sobre todo en lo relacionado con alcohol: el botellón pasa de 600 a 1.500 euros y las “pub-crawls” se castigan con hasta 3.000 euros. Además, quien manche con grafitis deberá abonar la limpieza y la reparación del daño, algo ya previsto en la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana pero ahora reforzado en la ordenanza local.
¿Cuándo se aprobará la norma y qué camino le queda?
El anteproyecto superó la comisión de gobierno el 21 de junio de 2025 y ahora los grupos de la oposición tienen hasta mediados de julio para presentar enmiendas. Después se someterá a una primera votación en la Comisión de Presidencia y se abrirá un periodo de exposición pública de 30 días naturales.
Si no surgen sorpresas políticas, el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, confía en que la aprobación definitiva llegue en el pleno de noviembre de 2025. Así que, con suerte, o con retraso, la ordenanza estará en vigor antes de Navidad. El Ayuntamiento insiste en que los “intereses partidistas” no deben torpedear la reforma, pero vistas las fechas, más vale que reserves una botella de agua junto a la correa del perro.