La Justicia ratifica la sanción a un vecino que golpeó al veterinario, quien actuó para proteger a su propia mascota y acabó con una contusión facial.
El conflicto se desencadenó cuando un perro suelto se acercó al can del profesional, lo que derivó en una trifulca inesperada. El dueño del animal sin correa respondió de forma violenta y, ahora, la Audiencia de Pontevedra confirma su condena. ¿Te suena familiar esta situación? A continuación, se exponen todos los detalles de un caso que ha dado mucho de qué hablar en la comunidad.
Qué ocurrió exactamente en esta disputa canina con consecuencias legales y por qué hubo una indemnización
Según se recoge en la sentencia firme de la Audiencia Provincial, los hechos se remontan al 21 de diciembre de 2023, en la plaza Veiga da Eira, cuando el veterinario paseaba a su mascota perfectamente atada. De improviso, apareció otro perro, que estaba suelto y sin correa, acercándose al can del profesional. El encuentro terminó en una pelea entre los dos animales, a pesar de las advertencias del veterinario para que el dueño atase a su mascota.
Al ver que la disputa entre los perros iba a más y el otro propietario no podía controlar a su animal, el veterinario optó por separarlos con una patada dirigida al perro suelto. Sin embargo, el dueño reaccionó de manera agresiva, propinando un manotazo al profesional que hizo que sus gafas cayeran al suelo y se rompieran. Además, el veterinario sufrió una contusión facial con tinnitus postraumático, necesitando varios días de asistencia facultativa y reposo.
Por qué la Audiencia de Pontevedra ha absuelto al veterinario de maltrato animal y ha condenado al otro implicado
Tras el altercado, ambos interpusieron denuncias cruzadas. El veterinario acusó al vecino de agresión, mientras que este último lo denunció por supuesto maltrato animal. En un primer momento, se dictó sentencia en julio de 2024, que fue recurrida por el agresor. Finalmente, la Audiencia Provincial ha ratificado el fallo inicial:
- Absolución del veterinario: El tribunal concluye que la patada no constituyó maltrato, sino un acto de defensa para separar a los perros.
- Condena al dueño del perro suelto: Por un delito leve de lesiones, se le impuso una multa de 160 euros y la obligación de indemnizar al veterinario con 273 euros por los días de curación y las gafas rotas.
¿Por qué se determinó que no hubo maltrato animal? La propia sentencia argumenta que el profesional actuó al ver el riesgo que corría su mascota, y que la intervención violenta tuvo como único fin frenar la pelea ante la pasividad del otro dueño.
Antes de ver una lista con las repercusiones que pueden derivarse de llevar a los perros sin correa, es importante señalar que el can lesionado también recibió atención en una clínica veterinaria, donde le diagnosticaron dolor en la zona escapular y una leve cojera, recetándole antiinflamatorios y reposo.
Lista de posibles consecuencias por pasear un perro sin correa:
- Sanciones administrativas y multas por incumplir normativas municipales.
- Riesgo de peleas con otros canes o lesiones a terceros.
- Responsabilidad civil o penal en caso de daños.
- Pérdida de control sobre el animal en espacios públicos.
Como se aprecia, no se trata solo de una cuestión de respeto al resto de ciudadanos y perros, sino también de evitar incidentes que pueden llegar hasta los tribunales. A continuación, se muestra un resumen de las partes implicadas y la decisión adoptada por la Justicia:
| Parte implicada | Actuación | Resolución |
|---|---|---|
| Veterinario | Paseaba a su perro con correa y dio una patada al can suelto para evitar daños mayores | Absuelto del cargo de maltrato animal y reconocido como víctima de agresión |
| Dueño del perro sin correa | No logró controlar a su mascota y reaccionó con violencia contra el veterinario | Condenado a multa de 160 euros y a pagar 273 euros de indemnización al profesional agredido |
Esta tabla permite visualizar de manera rápida cómo se han dividido las responsabilidades y qué ha determinado la Audiencia de Pontevedra. El suceso refleja los riesgos que acarrea no cumplir las normativas de tenencia de mascotas en espacios públicos. Pasear a un perro sin correa puede desembocar en conflictos con otros propietarios y, como en este caso, generar consecuencias médicas, económicas y judiciales.