Cami, enfermera durante trece años en un hospital de Arizona, vendió su casa para comprar una lavandería y hoy gana más de 500.000 dólares al año con su propio negocio. Durante años encadenó turnos en el hospital, con poco margen para su vida personal. En 2020 decidió cambiar y compró una pequeña lavandería de barrio. Cinco años después ha dejado la enfermería: “Ahora solo trabajo entre cinco y seis horas a la semana”, resume.
De un empleo fijo como enfermera a montar una lavandería rentable y ganar libertad
Con 38 años, Cami tenía claro que necesitaba más control sobre su vida. “Sabía que mi única salida del trabajo era tener un negocio”, recuerda. Pensó en invertir en trasteros o en un parque de casas prefabricadas, pero acabó optando por la lavandería tras hablar con un propietario del sector que le explicó su potencial.
Al principio compaginó hospital y negocio y se formó con pódcast, libros y congresos, un esfuerzo que le permitió ganar la libertad de organizar su agenda y viajar sin pedir permiso. ¿Quién no ha fantaseado alguna vez con algo así?
Vendió su casa, invirtió en la lavandería y ahora supera los 500.000 dólares al año
Para comprar el local vendió su vivienda en 2020 por 310.000 dólares. Tras pagar la hipoteca y sumar sus ahorros reunió 200.000 dólares para el pago inicial y financió otros 100.000 directamente con el vendedor, deuda que saldó en un año y medio. “Vender mi casa no fue algo que me asustara. Me ilusionaba más ser propietaria de un negocio que de una vivienda”, explica.
Después se mudó a un piso de alquiler y se volcó en la lavandería, un negocio que ya generaba beneficios. Además, invirtió 20.000 dólares en mejorar iluminación, suelo y pintura para crear un ambiente más agradable y atraer más clientela.
Para ver de un vistazo cómo pasó de vender su casa a generar más de medio millón de dólares, estas son algunas cifras clave:
| Concepto | Dólares | Euros |
|---|---|---|
| Venta vivienda (2020) | 310.000 | 286.000 |
| Pago inicial compra lavandería | 200.000 | 184.500 |
| Financiación con vendedor | 100.000 | 92.300 |
| Ingresos lavandería último año | 475.000 | — |
| Ingresos anuales totales (con renta) | 505.000 | 430.000 |
Los números confirman el acierto de la apuesta. En su lavandería, los precios van desde 25 centavos, unos 0,23 euros, por siete minutos de secadora hasta 12 dólares por carga en lavadoras de gran capacidad, además de un servicio de recogida y entrega. Según The Laundry Association, una lavandería media genera entre 15.000 y 300.000 dólares al año, pero el negocio de Cami está muy por encima: la lavandería le aporta unos 475.000 dólares, más cerca de 30.000 por el alquiler de un local anexo.
También gana dinero con sus contenidos en redes sociales: en los primeros seis meses de 2024 ingresó unos 22.000 dólares y para 2025 prevé acercarse a los 200.000 dólares adicionales, una cifra que no está nada mal para un proyecto que empezó con vértigo. Entre las claves del resultado destacan:
- Negocio ya en marcha.
- Formación y presencia en redes.
Con estas cifras sobre la mesa, Cami calcula que podría jubilarse en unos seis o siete años o mantener la propiedad delegando la gestión diaria, e incluso se plantea comprar una segunda lavandería para hacerla crecer y venderla después con beneficios.
Aunque reconoce que echa de menos el ambiente del hospital, valora la flexibilidad y el equilibrio entre vida personal y profesional que ha ganado con su negocio. “Ya no tengo que pedir permiso a un jefe o a un responsable para hacer un viaje inesperado o cualquier otra cosa. Mi libertad de tiempo ha cambiado por completo”, afirma. Su historia muestra que, con planificación y esfuerzo, cambiar de rumbo laboral puede abrir la puerta a una vida más libre.
