Parece mentira, pero algo tan cotidiano como enjabonarse puede convertirse en todo un choque cultural cuando cambias de país. La ducha de cada mañana, esa rutina que hacemos casi con los ojos cerrados, puede revelar más sobre nuestras costumbres de lo que pensamos. Que si el olor a coco, que si la espuma, que si la textura… y, sobre todo, que sí es pastilla o gel.
Ese detalle aparentemente irrelevante ha dejado con la boca abierta a Lola Cabeller, una joven argentina instalada en Canarias. Su asombro, convertido en vídeo de TikTok, ha encendido un debate divertido y, por qué no, revelador sobre cómo se bañan españoles y argentinos. Y es que, entre «flipar» con el chorro de agua y decidir qué producto usar, hay más historia de la que parece.
¿Qué fue lo que dejó a Lola Cabeller con la boca abierta?
Apenas puso un pie en la ducha española, Lola grabó un vídeo confesando: «O sea, huele superrico, está buenísimo… Nunca en mi vida me había duchado con un jabón así, líquido». La frase corrió como la pólvora y provocó miles de comentarios en TikTok; muchos compatriotas le daban la razón, mientras que varios españoles se preguntaban cómo podía ser tan raro usar gel si aquí lleva décadas entre nosotros.
La sorpresa inicial se transformó pronto en adaptación. En un segundo clip, la joven anunciaba entre risas: «Me uno a la manada». Al fin y al cabo, cambiar de formato no duele y, con fragancias para todos los gustos, parece que el gel ha conquistado sin remedio su estante del baño.
¿Por qué en Argentina manda todavía la pastilla de jabón?
Al otro lado del Atlántico la cosa va por otros derroteros. La pastilla sigue reinando en muchísimos hogares argentinos, sobre todo porque es más económica y, de paso, genera menos plástico: doble victoria para el bolsillo y el planeta. Esa preferencia no es menor; de hecho, explica por qué Lola se quedó tan ojiplática al ver baños españoles repletos de botes de gel.
Argentina | España |
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Pastilla de jabón como opción cotidiana | Gel líquido mayoritario |
Motivo dominante: ahorro y menor residuo | Motivo dominante: variedad y comodidad |
«Nunca en mi vida vi esto», admite Lola al probar el gel | «Algo habitual desde hace décadas», comentan los locales |
Pero, por si había dudas, la recién llegada no tardó en rendirse a la practicidad peninsular: un chorro rápido, aroma a vainilla y listo. Al final, la elección entre barra y gel termina siendo un asunto de costumbre, precio y capricho olfativo.
Cómo evitar el choque cultural cuando cruzas el charco
Mudarse no se limita a embalar maletas; también implica ajustar relojes (literalmente) y repensar rutinas tan simples como el baño, la comida o el fútbol. Entre la siesta española que retrasa el almuerzo y los clásicos Boca-River que se viven distinto a un Madrid-Barça, las sorpresas están al caer.
- Observa primero, pregunta después: un vistazo rápido (o un vídeo de TikTok) te ahorra caras de póker.
- Prueba todo al menos una vez: desde el gel con brillantina hasta la tortilla sin cebolla; solo así descubres si te gusta.
- Adáptate sin perder tu esencia: si la pastilla te parece insustituible, llévala en la maleta y listo.
- Ríete del proceso: el humor, y algún meme, suavizan cualquier sorpresa cultural.
Por consiguiente, si te toca cambiar de hemisferio, recuerda que los grandes choques a veces se esconden en los detalles más pequeños: la hora del almuerzo, un cántico de estadio o ese aroma a gel tropical que te espera cada mañana. Y tú, ¿eres más de pastilla o de chorro espumoso?