Los expertos insisten en revisar tu historial médico porque podrías tener derecho a una incapacidad sin saberlo

Los problemas de salud mental se han convertido en la principal causa de incapacidad permanente en España. Aun así, miles de afiliados a la Seguridad Social siguen trabajando con dolor, ansiedad o secuelas graves sin plantearse solicitar esta pensión.

Jornadas interminables, malas condiciones en la oficina o trabajos físicos exigentes dañan la salud poco a poco. Muchos posibles beneficiarios creen que su enfermedad no es suficiente o que la Seguridad Social les dirá que no.

Problemas de salud mental y otras enfermedades que dan derecho a incapacidad permanente

Según el abogado especializado en incapacidad permanente Víctor Arpa, muchas personas con dolencias físicas o psicológicas podrían acceder a esta pensión y ni siquiera lo saben. Los trastornos mentales y del comportamiento están entre los motivos más habituales.

Entre los trastornos más citados figuran la depresión mayor crónica, la ansiedad generalizada y el trastorno bipolar. ¿Y si tu malestar ya se parece a esta situación y nunca te has planteado pedir una incapacidad?

Además de los problemas de salud mental, la Seguridad Social valora enfermedades orgánicas y lesiones de larga evolución. De forma orientativa, algunas patologías frecuentes se recogen en la siguiente tabla:

Área de saludEjemplos de patologías
Salud mentalDepresión mayor, ansiedad generalizada, trastorno bipolar
Sistema musculoesqueléticoArtrosis, hernias discales, lumbalgia crónica
Otras enfermedades gravesInsuficiencia cardíaca, asma, párkinson, epilepsia, ictus

Cada caso se estudia de manera individual y la decisión final corresponde al equipo médico del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que valora informes, limitaciones y posibilidades reales de seguir trabajando.

Errores frecuentes al no pedir la incapacidad permanente ante la Seguridad Social

Un error muy extendido es pensar que la incapacidad permanente es una medida extrema y definitiva que ya no se revisa. En realidad, la Seguridad Social reevalúa estas pensiones y puede mantenerlas, modificarlas o retirarlas si la situación médica cambia.

El miedo al tribunal médico o a meterse en líos también frena a muchos destinatarios. Renuncian por desconocimiento, pese a que pueden recurrir una primera denegación. ¿Te reconoces en esta situación y sigues trabajando con dolores o crisis de ansiedad constantes?

Por eso los especialistas aconsejan informarse bien, conservar los informes médicos y buscar asesoramiento antes de descartar esta vía, especialmente cuando la salud se ha deteriorado de forma clara y duradera.

Pasos para solicitar la incapacidad permanente ante el INSS y la Seguridad Social

El procedimiento puede iniciarse por el propio trabajador, por la mutua o por la Seguridad Social cuando se aprecia que las secuelas impiden seguir desempeñando el trabajo habitual. Desde ese momento se abre un expediente de incapacidad permanente ante el INSS.

De manera general, el proceso sigue estas fases principales:

  1. Presentar la solicitud en la Sede Electrónica o en una oficina de la Seguridad Social.
  2. Entregar DNI, informes médicos, historial clínico y documentación laboral y de cotizaciones.
  3. Acudir al tribunal médico, que evalúa las secuelas y emite informe.
  4. Recibir la resolución del INSS y, si es negativa, plantear reclamación previa o demanda judicial.

Conocer estas etapas y las enfermedades que pueden dar derecho a la prestación ayuda a que los trabajadores no renuncien a un apoyo que puede mejorar su calidad de vida.

Deja un comentario