El Estatuto de los Trabajadores advierte: estas son las únicas circunstancias en las que las horas extra pueden ser obligatorias

Las empresas pueden exigir trabajo adicional en situaciones concretas, pero existen límites y protección legal para los empleados. Descubre cuándo es obligatorio y cómo defender tus derechos.

¿Te han pedido quedarte más tiempo en la oficina? Antes de aceptar, conviene repasar qué permite exactamente el Estatuto de los Trabajadores. Ese es el punto de partida para saber si las horas extraordinarias pueden imponerse o siguen siendo voluntarias.

El artículo 34 fija que la jornada ordinaria no debe superar “cuarenta horas semanales de trabajo efectivo de promedio en cómputo anual”, admitiendo además una distribución irregular de hasta el 10 % de toda la jornada. Superar ese umbral implica entrar en terreno de horas extra, definidas en el artículo 35 como “aquellas horas de trabajo que se realicen sobre la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo”.

Cuándo las empresas pueden exigir horas extra según contrato o convenio colectivo

La regla general es la voluntariedad, pero hay dos supuestos donde la empresa puede obligar: si la imposición figura en el convenio colectivo o si se pactó expresamente en el contrato individual. Fuera de estos casos, el empleado tiene derecho a negarse.

Supuesto que obligaBase legal y resumen
Clausulado expreso en convenio colectivoEl artículo 35.4 recoge que la prestación será obligatoria cuando así lo pacte la negociación colectiva.
Pacto individual en el contrato de trabajoSi el trabajador firmó la cláusula, se entiende consentida la imposición de horas extra.

En ambos escenarios, la remuneración nunca puede situarse por debajo del valor de la hora ordinaria y cabe la opción de compensar con descanso equivalente.

Límite anual de 80 horas extra y excepciones por siniestros urgentes

El Estatuto fija un tope de 80 horas extraordinarias al año. ¿Se puede rebasar? Solo en un caso muy concreto: “el exceso de las trabajadas para prevenir o reparar siniestros y otros daños extraordinarios y urgentes” no computa dentro del límite. Por tanto, una avería grave en la fábrica o la necesidad de evitar daños mayores permiten a la empresa reclamar más trabajo sin consumir ese cupo. Antes de ponerte el mono de faena extra, sigue esta hoja de ruta:

  1. Consulta tu convenio colectivo: busca cualquier cláusula sobre horas extraordinarias y su carácter obligatorio.
  2. Revisa tu contrato: si aparece la obligación explícita, debes cumplir salvo superación del límite anual.
  3. Cuenta las horas realizadas: lleva un registro; si rozas las 80, podrás negarte sin sanción.
  4. Pregunta por la compensación: exige confirmar si se pagarán o se compensarán con descanso equivalente.
  5. Solicita todo por escrito: evita malentendidos y protege tu prueba en caso de conflicto.

¿Ves cómo no es tan complicado? Con estos pasos tendrás claro hasta dónde llega tu responsabilidad. En definitiva, las horas extra son voluntarias por regla general, pero se vuelven obligatorias cuando el convenio o tu contrato lo establecen de forma expresa. Aun así, la empresa no puede exigirte más de 80 al año, salvo emergencias. Por eso, la próxima vez que te pidan quedarte, echa un vistazo a los papeles y decide con conocimiento de causa. ¡Que no te pillen por sorpresa!

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