Un “tesoro” que sigue cautivando al mercado de coleccionistas.
El billete de 100 pesetas de 1938, con la icónica Dama de Elche en el anverso, se ha convertido en una de las piezas más codiciadas por los amantes de la numismática. Aunque nunca llegó a circular debido a la intervención del régimen franquista, algunos ejemplares han sobrevivido hasta nuestros días y han alcanzado pujas de hasta 20.000 euros.
Este billete, encargado inicialmente por la Segunda República al impresor inglés Thomas de la Rue, ilustra la riqueza cultural e histórica de España: fue creado en plena Guerra Civil y requisado por las tropas de Franco, lo que explica su gran escasez. Por eso, no es de extrañar que aparezcan en subastas con precios de salida que pueden superar los 7.500 euros, llegando incluso a duplicar o triplicar esa cifra final.
Razones históricas que explican por qué estos billetes antiguos alcanzan valores tan elevados
Uno de los motivos principales de su alto valor es la poca disponibilidad que existe de ellos. Gran parte de los ejemplares fueron destruidos por orden del bando nacional, y solo un puñado pudo “escaparse” de la quema. A esto se suma el componente histórico: se emitieron en plena Guerra Civil, un periodo en el que el metal escaseaba y el papel moneda se convirtió en un símbolo ideológico.
Las ediciones limitadas, los defectos de impresión o las tiradas especiales son otros factores que pueden disparar el precio. ¿Te interesa saber más? Por ejemplo, el billete de 100 pesetas de 1938 no solo lleva la Dama de Elche, sino que además puede conservar una numeración muy baja o particular, lo que incrementa aún más su cotización.
Antes de plantearse vender uno de estos billetes, es recomendable acudir a expertos que certifiquen su autenticidad y estado de conservación. Un papel perfectamente cuidado, sin dobleces, manchas o perforaciones, puede elevar la cifra que se llegue a pagar por él en una subasta.
Otros billetes del franquismo que pueden llegar a revalorizarse de forma notable
Aunque el de 100 pesetas de 1938 sea el gran protagonista, existen otros ejemplares que también despiertan el interés de coleccionistas y curiosos. Aquí se incluyen los billetes de 1.000 pesetas de 1936, con la imagen del Alcázar de Toledo; los de 500 pesetas de 1938, con la Catedral de Santiago; los de 500 pesetas de 1943, con el Cardenal Cisneros; o la moneda de 25 pesetas plateada que no llegó a circular y que alcanzó el millón de euros.
En el caso de este último, no sería raro encontrarlo en algún antiguo cajón familiar, ya que circuló durante décadas. Su valor actual, en excelente estado de conservación, podría situarse entre 1.200 y 4.500 euros, una cifra nada despreciable para un billete que muchos recuerdan haber tenido en sus manos en tiempos pasados.
A continuación, se muestra una tabla que resume algunos de los billetes más valorados del franquismo y su rango aproximado de precios en el mercado de subastas:
Billete | Año de Emisión | Diseño Destacado | Rango de Valor Estimado |
---|---|---|---|
100 pesetas (Dama de Elche) | 1938 | Dama de Elche en anverso | 12.000 – 20.000 € |
1.000 pesetas (Alcázar de Toledo) | 1936 | Alcázar de Toledo | 3.000 – 10.000 € |
500 pesetas (Catedral de Santiago) | 1938 | Catedral de Santiago en anverso | 2.000 – 8.000 € |
500 pesetas (Cardenal Cisneros) | 1943 | Retrato del Cardenal Cisneros | 2.500 – 6.000 € |
100 pesetas (Manuel de Falla) | 1970 | Compositor Manuel de Falla | 1.200 – 4.500 € |
Esta tabla solo muestra estimaciones, ya que las cifras varían según la rareza y conservación de cada pieza. Por tanto, si alguien encuentra uno de estos billetes, lo mejor es consultar con casas de subastas especializadas o tasadores profesionales que puedan orientar sobre su auténtico valor.
Cómo se gestó el billete de 100 pesetas y el papel de la Guerra Civil
La historia del billete de 100 pesetas comienza el 1 de julio de 1937, cuando la Segunda República ordenó la impresión de 20 millones de ejemplares. Sin embargo, a Barcelona solo llegaron 500.000 de ellos, mientras el resto se quedó sin distribuir. Con la victoria del bando nacional a punto de consumarse, las tropas de Franco se encargaron de confiscar y destruir todos los billetes. De ahí que apenas unos pocos pudieran salvarse.
En pleno conflicto, el metal se destinaba en gran parte al armamento, haciendo que el papel moneda adquiriera una importancia aún mayor. Además, cada zona bélica emitía su propio dinero, lo que dio lugar a la llamada “guerra de las pesetas”. Fue en medio de esta situación cuando apareció el mencionado billete con la Dama de Elche, que todavía hoy causa furor en el mercado de coleccionistas.
Si te encuentras revisando un viejo baúl y topas con una de estas joyas, lo más recomendable es acudir a expertos numismáticos y casas de subastas reconocidas para certificar su autenticidad. De esa manera, podrás saber si el billete que tienes en tus manos realmente se corresponde con uno de los más buscados por los coleccionistas.