Así funciona la nueva señal de la DGT que alerta sobre cámaras en semáforos y que podría evitarte multas graves

Es jueves, sales del trabajo y, justo cuando toca frenar en un semáforo, te encuentras con un nuevo cartelito que parece sacado de una película de ciencia ficción: la señal S-991c. Tranquilo, no eres el único que se ha quedado con cara de “¿y esto qué es?”. Desde el 1 de julio, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha renovado su catálogo de señales y, entre ellas, se cuela este icono dedicado a los temidos radares “foto-rojo”.

Si aún no los ubicas, son esos dispositivos que inmortalizan, con una puntería envidiable, a los conductores que se saltan la luz roja. Quizá hayas oído que solo los ponen en grandes avenidas, pero ya asoman por muchas carreteras españolas. Y sí, su función es vigilar que ninguno haga el clásico sprint de última hora. Para que no te pille de sorpresa (ni te vacíe la cartera), aquí va todo lo que necesitas saber.

¿Qué significa la nueva señal S-991c?

La S-991c avisa de la presencia de un “control de semáforo en rojo”, el nombre técnico que usa la DGT para los radares “foto-rojo”. En otras palabras, si la ves, asume que hay cámaras listas para cazar a quien cruce con la luz prohibida.

No es una señal decorativa: su aparición marca la zona donde el dispositivo empieza a vigilar. Al indicar este control, la DGT pretende que el conductor reduzca la velocidad y respete el semáforo, evitando frenazos de último segundo y, por extensión, accidentes en los cruces urbanos.

¿Cómo funciona un radar “foto-rojo”?

Un “foto-rojo” (sistema de dos cámaras instalado a unos 25 metros antes del paso de peatones) opera con precisión fotográfica. Primero inmortaliza el vehículo justo antes de la línea de detención; después, dispara una segunda foto si el coche ha sobrepasado el semáforo mientras sigue en rojo y con la matrícula claramente visible.

Estas dos imágenes sirven a la DGT para demostrar la infracción sin dejar lugar a dudas. Por lo general, la zona está señalizada con antelación, así que alegar sorpresa absoluta resulta complicado si te llega la multa.

¿Pueden multarme si paso con el semáforo en ámbar?

En teoría, no: el radar solo se activa cuando el disco está en rojo. El ámbar se considera una fase de precaución; aun así, si aceleras de forma temeraria y pones en riesgo la seguridad, el agente de turno podría sancionarte por otra vía.

¿Y la temida sanción por saltarse el rojo? Agárrate: 200 euros de multa y la retirada de cuatro puntos del carnet. Un pellizco al bolsillo que, para más gracia, te llega sin avisar, por carta y con foto incluida.

¿Y si aparece una ambulancia detrás?

Situación clásica: oyes la sirena, compruebas que el espejo retrovisor se ha vuelto azul y, claro, el semáforo está en rojo. El Reglamento General de Circulación no lo detalla al milímetro, pero el artículo 68 autoriza a los conductores de vehículos de emergencia a “dejar de cumplir, bajo su exclusiva responsabilidad, las normas de circulación”. Traducido: tú también puedes avanzar, siempre con cautela, para facilitarles el paso.

Eso sí, ojo con confiarse: si no hay urgencia real o pones en peligro a otros, la DGT puede interpretar que la maniobra no estaba justificada. Mejor actuar con cabeza y asegurarse de que el cruce está despejado.

Pasos sencillos para evitar sorpresas con la S-991c

Antes de que el cartero te traiga un recuerdo de 200 euros, sigue estas recomendaciones básicas:

  1. Localiza la señal con tiempo: si detectas la S-991c, reduce velocidad y prepárate para detenerte.
  2. Respeta el ámbar fijo: úsalo como aviso, no como excusa para acelerar.
  3. Mantén la distancia de seguridad: evitarás frenazos bruscos que puedan pillarte desprevenido.
  4. No confíes en el “pillo la última”: un segundo de prisa puede traducirse en cuatro puntos menos.

Adoptando estos hábitos, no solo esquivarás sanciones; también contribuirás a que los cruces urbanos sean más seguros para conductores y peatones.

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