Horror en residencia de ancianos: enfermera amputa pie de un paciente sin consentimiento para convertirlo en objeto de exhibición

Hace falta más que un buen abrigo para plantarle cara al invierno de Wisconsin, ¿verdad? Todos hemos escuchado la clásica recomendación de ponerse unas botas gruesas si hay hielo fuera, pero pocos imaginan que acabarían leyendo esto: una enfermera decidió llevar ese consejo al extremo, y nunca mejor dicho. El caso se remonta a mayo de 2022 y combina un pie congelado, una residencia de ancianos y la inesperada ambición de montar un souvenir «peculiar» en una tienda de taxidermia familiar.

El resultado es una historia que, además de macabra, deja en evidencia cómo unos simples tijeretazos pueden desencadenar un escándalo judicial. Y, por si hubiera dudas, sí: el paciente murió a los pocos días y la investigación dejó a medio estado con la boca abierta. Aquí va el paso a paso de un episodio que, aunque parezca de película, ocurrió muy cerca y con nombres y cifras que no son precisamente de ficción.

¿Qué ocurrió exactamente en la residencia de Wisconsin?

Todo empezó en mayo de 2022, cuando Mary K. Brown (40 años) atendía a un hombre de 62 años con congelación severa en ambos pies en un centro de cuidados asistidos de Wisconsin. Una mañana, según varios testigos, Brown decidió que el pie, “negro como una momia”, ya no pintaba nada ahí y, literalmente, cortó el tendón que lo unía a la pierna usando unas simples tijeras.

El procedimiento se hizo sin anestesia ni orden médica; el paciente, dicen las enfermeras presentes, “lo sintió todo y le dolió muchísimo”. De ahí que su estado empeorara y falleciera pocos días después, dando pie (nunca mejor dicho) a la alarma forense.

¿Por qué la enfermera quería el pie para una tienda de taxidermia?

Lejos de seguir el protocolo hospitalario, Brown metió el miembro amputado en una bolsa y lo llevó directamente al congelador. Su plan, contado a plena voz en la sala, era exhibirlo en la tienda de taxidermia de su familia con un cartel que rezara: “Usen sus botas, niños”.

La enfermera defendía que la extremidad congelada serviría para concienciar sobre los peligros del frío extremo. Sin embargo, el detalle macabro superó cualquier atisbo educativo y terminó por levantar sospechas entre colegas y autoridades.

¿Qué consecuencias legales afronta la sanitaria?

El forense del condado, al recibir el cuerpo en junio de 2022, detectó la “circunstancia inusual” de que el pie estuviera separado y avisó de inmediato a la policía. Primero se acusó a Brown de “daño corporal grave, intencional” y “abuso físico de una persona mayor”, cargos que pueden sonar técnicos, pero significan, básicamente, causar un mal serio y deliberado a un anciano indefenso.

Finalmente, ambas imputaciones se desestimaron tras un acuerdo de declaración de “no contest” (no admite culpa, pero acepta la sanción). A cambio, Brown quedó libre de prisión, aceptó no volver a trabajar como enfermera en Wisconsin y abonó 443 dólares en tasas judiciales. Ironías de la vida: amputar un pie sin permiso salió, en términos contables, más barato que una buena multa de tráfico.

Pasos para que tu familiar esté seguro en una residencia

Antes de que cunda el pánico, recuerda que hay formas sencillas de reforzar la seguridad de tus mayores cuando están al cuidado de terceros.

  1. Visita la residencia sin avisar y conversa con otros residentes.
  2. Revisa los historiales de licencias y sanciones del personal sanitario.
  3. Pregunta por los protocolos de emergencia y medicación.
  4. Mantén contacto frecuente (llamadas o videollamadas diarias) para detectar cualquier cambio repentino.

Estos cuatro gestos no requieren un máster en derecho sanitario y, sin embargo, pueden marcar la diferencia. Por consiguiente, tendrás más control sobre lo que sucede día a día y reducirás el riesgo de «sorpresas» desagradables.

Como ves, la historia de Mary K. Brown resulta tan surrealista como reveladora. Ojo con confiar ciegamente en la bata blanca: conviene fiscalizar, preguntar y, sobre todo, asegurarse de que detrás del estetoscopio no haya planes dignos de un museo de horrores.

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