La nueva Ley de Bienestar Animal prohíbe amarrar a las mascotas en la vía pública sin supervisión, con sanciones de hasta 10.000 euros. La norma ya está en vigor y afecta a todos los dueños de perros en España.
Dejar al perro atado a una farola mientras se hace un recado puede costar muy caro. La Ley 7/2023 de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales convierte esta costumbre en una infracción sancionable con multas que van de 500 a 10.000 euros. ¿Quieres saber por qué y, sobre todo, cómo evitar el disgusto? Sigue leyendo.
Ley 7/2023: por qué dejar al perro atado sin vigilancia cuesta caro
La norma considera que amarrar al animal sin la presencia constante de su responsable lo expone a agresiones, inclemencias del tiempo y estrés por separación. Por ello, tipifica la conducta como falta leve, no importa si son cinco minutos o dos horas, y remite al artículo 76 para fijar la sanción económica. ¡Ojo, que no es ninguna tontería!
El rango de sanciones se adapta a la gravedad y a la reincidencia. Si el perro carece de agua, sufre calor extremo o está en riesgo de agresión, la cuantía se dispara dentro del tramo máximo. Además, la autoridad puede sumarlo a otros cargos si concurren indicios de maltrato o abandono prolongado. A continuación, se muestra un resumen de los importes:
Tipo de infracción | Conducta descrita | Sanción económica |
---|---|---|
Leve | Dejar al perro atado sin supervisión presencial | 500 € – 10.000 € |
Grave* | Añadir falta de agua, refugio o atención veterinaria | 10.001 € – 50.000 € |
Muy grave* | Riesgo para la vida o integridad del animal | 50.001 € – 200.000 € |
*Las cuantías para infracciones grave y muy grave aparecen en la propia ley; solo aplican si concurren circunstancias adicionales.
Cómo saber si tu caso entra en la excepción de supervisión presencial continua
La única vía legal para amarrar al perro en la calle es permanecer a su lado todo el tiempo, con correa corta y control efectivo. Ir “echando un vistazo” desde la puerta del bar no vale. Tampoco sirve pedir a un desconocido que le “eche un ojo”.
Si no puedes garantizar la vigilancia, mejor deja al peludo en casa. Existen alternativas responsables comop los comercios pet-friendly y rutinas que evitan la sanción. Cada vez más tiendas, cafeterías y espacios públicos admiten mascotas. Pregunta antes de entrar y evita riesgos. Además, planifica paseos largos en horas de menor calor y reservas de juego en parques caninos. Verás cómo tu perro disfruta y tú respiras tranquilo. Si necesitas hacer compras rápidas, prueba estas ideas:
- Encargar los recados online y recibirlos en casa.
- Turnarse con otra persona para sujetar al perro en la puerta (sin soltar la correa).
- Elegir establecimientos con ganchos interiores donde el animal pueda esperar junto a la caja bajo tu supervisión directa.
Otras obligaciones de la Ley de Bienestar Animal que debes recordar siempre
La legislación refuerza la protección con medidas complementarias: un perro no puede quedarse solo más de 24 horas; todos los canes, gatos y hurones deben llevar microchip y constar en el registro autonómico; y si adoptas, la esterilización es obligatoria (o compromiso firmado). También se prohíbe mantener a la mascota de forma permanente en balcones, terrazas, sótanos o vehículos.
Por lo tanto, la responsabilidad no termina con sacar la correa. Implica velar por la salud física y emocional del animal, cumplir los plazos de identificación y respetar los espacios adecuados. De ahí que la norma insista tanto en la supervisión constante y en sancionar con dureza a quien se salte las reglas.