La Dirección General de Tráfico refuerza las pruebas psicofísicas para los conductores veteranos, poniendo el foco en las enfermedades crónicas y neurológicas que afectan a la seguridad al volante.
A partir de los 70, renovar el permiso de conducir deja de ser un mero trámite y pasa a depender de un examen médico exhaustivo que puede terminar en la retirada definitiva de la licencia. La medida, recién aplicada por la Dirección General de Tráfico (DGT), pretende garantizar que quienes siguen al volante lo hagan con las aptitudes necesarias para proteger su vida y la de los demás usuarios de la carretera.
Por qué la Dirección General de Tráfico endurece el control médico a conductores veteranos
Conducir no es solo cuestión de experiencia: es imprescindible mantener reflejos, visión y estado psicofísico en plena forma. Por ello, la DGT insiste en que la edad, por sí misma, no basta para retirar el carnet. ¿El objetivo? Evitar discriminar únicamente por años cumplidos y centrarse en la salud real del conductor. Desde los 65, las revisiones son más frecuentes; y con 70, la lupa se agudiza para detectar cualquier patología que ponga en riesgo la conducción.
Los exámenes médicos abarcan visión, audición, coordinación y estado cognitivo. A los 65 años se pasa por el centro psicotécnico cada cinco años, pero a partir de los 70 la periodicidad puede reducirse según indique el informe facultativo. Además, el médico debe comprobar que los fármacos prescritos (si los hubiera) no interfieren en la capacidad de reacción. ¿Te imaginas presentarte sin gafas cuando tu ficha indica que las necesitas? El resultado puede ser la suspensión inmediata.
Enfermedades crónicas y neurológicas que pueden dejar sin licencia a los mayores
La normativa deja claro que dolencias como Alzheimer, otras patologías neurológicas degenerativas y enfermedades crónicas severas son motivo de especial vigilancia. Cuando el especialista aprecia un deterioro que comprometa la conducción, la renovación deja de ser automática y pasa a un análisis individual.
Enfermedad evaluada | Motivo de vigilancia | Posible consecuencia |
---|---|---|
Alzheimer u otras demencias | Pérdida progresiva de memoria y orientación | No renovación del permiso |
Trastornos neurológicos | Alteración de reflejos y coordinación | Limitación temporal de la licencia |
Enfermedad crónica grave | Riesgo de crisis o pérdida de control | Revisión anual obligatoria |
Como ves, el simple diagnóstico no implica la retirada inmediata, pero sí la necesidad de demostrar aptitud cada vez que se solicite prórroga.
Pasos para renovar el permiso de conducir si ya has soplado las setenta velas
Renovar no es complicado, pero conviene seguir un orden claro. Estos son los pasos esenciales:
- Acudir a un centro de reconocimiento autorizado con DNI y carnet caducado o a punto de caducar.
- Superar la exploración médica y psicotécnica, incluyendo pruebas de vista, oído y coordinación.
- Entregar el informe favorable en la Jefatura de Tráfico o tramitarlo directamente desde el propio centro.
- Pagar la tasa de renovación que corresponda; el importe varía según la vigencia concedida.
Una vez finalices, recibirás un permiso provisional válido hasta que llegue la tarjeta definitiva a tu domicilio.
Por otro lado, si el resultado es desfavorable, el conductor dispondrá de un plazo para presentar informes complementarios o iniciar un recurso. De ahí que resulte clave llevar toda la documentación médica al día; un informe reciente del neurólogo o del especialista en geriatría puede marcar la diferencia.
¿Qué pueden hacer los mayores para seguir conduciendo con seguridad?
Mantener revisiones periódicas, adaptar horarios de conducción para evitar la noche y formarse en cursos de actualización vial son buenas prácticas.
Además, contar con el asesoramiento del médico de cabecera antes de tomar medicación nueva evitará sorpresas durante el examen psicotécnico. En consecuencia, la prevención y la autocrítica se convierten en los mejores aliados para prolongar la autonomía al volante.