La necesidad de llevar una dieta sana y equilibrada es algo por lo que cada vez más personas se preocupan. Además, comer de forma balanceada también implica mirar de donde vienen los productos que compramos, su origen y su proceso hasta llegar a las estanterías del supermercado. Parece un tedioso trabajo, sin embargo, a veces basta solo con mirar las etiquetas y saber leerlas.
El consumo de pescado es bastante alto en nuestro país, puesto que es un alimento fundamental en nuestra dieta mediterránea, una de las más completas y mejores del mundo. Además, los nutricionistas y dietistas recomiendan su ingesta de 3 a 4 veces por semana debido a todos los aportes nutricionales que contienen. Y, de hecho, uno de los más consumidos es el atún, en concreto el atún en lata.
El mercurio presente en el atún en lata
Los pescados en conserva son una gran opción para consumir pescado de forma regular, puesto que facilita mucho el comerlos sin tener que cocinar. El atún en lata, ya sea al natural, en escabeche, en aceite de oliva o de girasol, es uno de los preferidos. Sin embargo, este pescado enlatado puede contener algunas dosis de mercurios. Una nutricionista ha subido un video a Instagram recomendando cómo elegir el mejor atún en lata, es decir, aquel que contiene menos cantidad de mercurio.
Según Leticia Zoé, la experta nutricionista que ha subido el vídeo, tenemos que elegir aquellos paquetes o latas en los que no aparezca en el etiquetado “atún claro”, sino solo “atún”. Esta es una primera clave para identificarlos que tiene una explicación más profunda.
Leticia expone que existen, principalmente, dos tipos de atún enlatado en el mercado: el atún listado o Katsuwonus pelamis y el atún claro o Thunnus albacares o yellowfin. El primero es más pequeño y tiene una vida más corta, por lo que contienen menos mercurio en su organismo. Por el contrario, el segundo es de un tamaño mayor y además más longevo, por lo que acumula con más facilidad el mercurio en sus tejidos.
El mercurio supone un riesgo para la seguridad alimentaria
La Unión Europea establece unos límites sobre el contenido de mercurio que pueden tener los alimentos para su comercialización. Y en España, tras varios estudios e investigaciones que toman como muestra latas de este pescado en conserva, se ha demostrado que en la mayoría de los casos no se supera el límite, asegurando así un consumo seguro de atún. No obstante, el truco que nos da Leticia Zoé podemos aplicarlo para reducir aún más la ingesta de mercurio, especialmente si consumimos de forma asidua el atún enlatado.
Además, si quieres diversificar tu ingesta de pescado y optar por peces que contienen menos mercurio, estos son el besugo, la dorada, el salmonete de roca, el calamar común, la bacaladilla o la sardina. De esta forma, nos aseguramos de estar consumiendo las dosis de pescado recomendadas pero decantándonos por opciones con menos mercurio.
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