Si alguna vez has pegado un madrugón para plantar la sombrilla en primera línea, esto te va a sonar. Una turista británica, Michelle Cranston, se levantó el 6 de julio antes de que asomara el sol y, desde el balcón del Hotel H10 Porto Poniente, se quedó boquiabierta. Frente a sus ojos, un grupo de veraneantes colocaba estratégicamente sus toallas cuando ni los churros olían aún a aceite caliente.
Eran las 6:30 h y la orilla de Benidorm ya tenía dueño provisional. El vídeo que grabó acabó viralizándose sin que ella lo pretendiera y abrió, de nuevo, el debate sobre la conquista exprés de hamacas y arena fina. Y, sí, las risas llegaron antes del café.
¿Qué vio exactamente Michelle aquella mañana?
A esas alturas, Michelle y su esposo solo querían prepararse con calma: a las 8:30 h tenían el traslado al aeropuerto para su vuelo a Newcastle. Sin embargo, la escena playera les dio para más charla que el propio check‑out. Un puñado de turistas, todavía con cara de sueño, se apresuraba a desplegar toallas y sombrillas para blindar un sitio privilegiado junto al mar, pese a que el resto de la playa lucía desierta.
La propia Michelle confesó que todo le pareció “ridículamente temprano”, pero que grabó el momento entre risitas y lo subió a la red casi sin pensar. Al volver al Reino Unido descubrió que aquel clip acumulaba miles de reacciones: al parecer, reservar arena a la hora de las farolas no solo genera ojeras, también consigue clics.
¿Se trata de una manía británica o de un vicio global?
Aunque la protagonista sea inglesa, la costumbre no entiende de banderas. Prueba de ello es otro episodio reciente en el Aparthotel Aquasol de Palmanova, a un paso de Magaluf: allí, varios jóvenes se adueñaron de las tumbonas a las 2:00 h, pese a que la piscina no abre hasta las 9:00 h. El madrugón (o más bien trasnoche) quedó grabado desde un balcón y subido a internet por otros turistas, también británicos, hartos del “yo‑primero” veraniego.
Una usuaria, Mandy Boyd, relató que no soporta ver hamacas fantasma todo el día y que, al toparse con la jugada nocturna, optó por recoger las toallas del “comando reserva” y dejarlas bien dobladitas para que las encontraran. Lección de civismo o venganza blanda, la discusión sigue viva en los comentarios.
¿Cómo evitar quedarte sin sitio sin poner el despertador?
Antes de lanzarte a la carrera con la sombrilla bajo el brazo, toma nota de estos trucos rápidos:
- Revisa los horarios oficiales: muchos ayuntamientos especifican a partir de qué hora se permite ocupar la arena o las hamacas.
- Pregunta al personal del hotel: suelen conocer las franjas con menos afluencia y te evitas el madrugón.
- Busca zonas menos concurridas: a veces, caminar 100 metros extra equivale a llegar a la misma primera línea pero sin empujones.
- Comparte espacio: si viajas en grupo, basta con que baje uno a las 8:00 h; el resto se ahorra levantar la persiana de madrugada.
Siguiendo estos pasos, tendrás un hueco digno para tu toalla sin necesidad de organizar operaciones secretas a la luz de la luna. Además, contribuirás a que la playa sea un lugar menos estresante y más de vacaciones, que para eso está.
Si alguna vez has pegado un madrugón para plantar la sombrilla en primera línea, esto te va a sonar. Una turista británica, Michelle Cranston, se levantó el 6 de julio antes de que asomara el sol y, desde el balcón del Hotel H10 Porto Poniente, se quedó boquiabierta. Frente a sus ojos, un grupo de veraneantes colocaba estratégicamente sus toallas cuando ni los churros olían aún a aceite caliente. Eran las 6:30 h y la orilla de Benidorm ya tenía dueño provisional. El vídeo que grabó acabó viralizándose sin que ella lo pretendiera y abrió, de nuevo, el debate sobre la conquista exprés de hamacas y arena fina. Y, sí, las risas llegaron antes del café.