Cañizares pone cifras al derroche de los caprichos del vestuario: “Si quemas 150 € en cada par, en diez años habrás tirado un piso por la ventana”

El exguardameta del Valencia detalla los fallos económicos más frecuentes de los jugadores con sueldos millonarios y comparte claves para proteger el patrimonio desde el primer contrato profesional.

El exfutbolista Santiago Cañizares ha vuelto a encender las alarmas sobre la economía de los vestuarios españoles. En una charla con el economista Gustavo Martínez, el mítico portero recordó que los ingresos de hoy pueden esfumarse mañana y que, sin educación financiera, incluso una nómina de primera división se convierte en «papel mojado». ¿Quién vela entonces por las cuentas de un delantero de 20 años?

Cómo la falta de educación financiera pone en jaque las fortunas de los futbolistas jóvenes que firman contratos millonarios

Cañizares parte de un dato crudo: muchos jugadores llegan a la élite sin saber interpretar un extracto bancario. Su prioridad siempre ha sido entrenar, no hacer planes de ahorro.

De ahí que las primeras compras  (coches de alta gama, relojes, zapatillas de 500 euros) lleguen antes que las primeras inversiones sensatas. «No hay cultura financiera; solo cultura deportiva», lamenta. Y cuando el margen de error es mínimo, aprender “a base de golpes” sale carísimo.

El peligro de confiar la gestión del patrimonio a terceros sin contar con formación financiera mínima propia

Uno de los puntos más delicados es la delegación ciega. Familiares, amigos o asesores improvisados suelen tomar las riendas del dinero del jugador recién ascendido al primer equipo. ¿Te suena de algo? Sin supervisión, basta una mala decisión para hipotecar toda una carrera.

El propio Cañizares recuerda cómo su familia acabó en bancarrota pese a trabajar «día y noche». Su conclusión es clara: rodearse de profesionales cualificados es clave, pero también es indispensable entender, al menos, los conceptos básicos. Antes de seguir, conviene repasar los tropiezos más frecuentes y su factura. Observa:

Error financiero habitualConsecuencia directa para la carrera del jugador
Gastar el salario sin porcentaje fijo de ahorroFalta de colchón cuando cesan los ingresos deportivos
Firmar inversiones sin asesoramiento profesionalPérdidas patrimoniales difíciles de recuperar
Mantener un alto nivel de vida del entorno familiarAumento de los gastos fijos y presión económica

Estos deslices no conocen divisiones ni categorías: afectan lo mismo a una joven promesa de Segunda B que a un campeón de Champions.

Empezar a ahorrar en plena carrera deportiva es vital para garantizar una jubilación digna cuando el fútbol “te deja fuera”

El guardameta ilustra su mensaje con una metáfora sobre el tren. «El día menos pensado, el vagón avanza y te baja en la siguiente estación», advierte. Traducido: la carrera media de un futbolista en España ronda los 8 años; la vida laboral, sin embargo, supera los 40.

Por consiguiente, cada temporada cuenta. Guardar parte del salario, diversificar y convertir los picos de ingresos en inversiones productivas son pasos ineludibles para evitar sorpresas tras colgar las botas.

Lista de consejos de Cañizares para no perder el partido contra la ruina

  1. Reservar al menos el 30 % del sueldo mensual para ahorro e inversión.
  2. Contratar un asesor financiero con experiencia en deportistas y pedir referencias previas.
  3. Evitar gastos impulsivos: «Si unas zapatillas de 150 euros sirven, deja las de 500 para otro».
  4. Apostar por activos a largo plazo (vivienda, fondos indexados) que sigan generando valor tras la retirada.
  5. Formarse: leer, preguntar y comprender cada documento antes de firmar.

¿Te interesa saber más? Cualquier aficionado (o profesional) puede aplicar esta hoja de ruta adaptándola a su propio bolsillo.

Las recomendaciones de Cañizares demuestran que gestionar bien un gran salario exige la misma disciplina que atajar un penalti decisivo

Para el exportero, la combinación ganadora se resume en tres pilares: prudencia, asesoramiento de confianza y visión de futuro. Él mismo invirtió en vivienda cuando los precios aún eran «razonables» y confiesa que la serenidad que disfruta hoy se cimentó en aquellas decisiones tomadas con poco más de treinta años.

En definitiva, ganar millones no garantiza una vida holgada si el dinero se escurre entre lujos efímeros y malas compañías. El mensaje de Cañizares llega a tiempo para quienes sueñan con los focos de Primera: aprender ahora evitará lamentos cuando el público ya no coree tu nombre.

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