El hallazgo de una auditoría interna destapa un botín de 2 millones de euros y pone en jaque la seguridad de la fábrica de Penukonda.
La planta de Kia en Penukonda (sur de la India) acaba de descubrir que llevaba desde 2022 “sangrando” motores sin saberlo. Una inspección de inventario reveló la desaparición de 1.008 propulsores, valorados en 2,3 millones de dólares, y el presunto desfalco cometido por dos antiguos responsables de la línea de montaje. ¿Cómo es posible que nadie se diera cuenta durante tanto tiempo?
El mayor robo de motores en la fábrica de Kia
La investigación policial describe un operativo meticuloso. Los motores, totalmente ensamblados, salían por la misma puerta que los camiones de reparto legítimos, amparados en facturas y pases de salida falsificados. Para rematar el engaño, las matrículas de los vehículos también eran falsas. Todo empezó, según los agentes, a finales de 2022 y se prolongó al menos hasta marzo de 2025, cuando las cifras de inventario ya no cuadraron.
“El operativo involucraba reiteradas transacciones ilícitas y camiones con placas falsas”, resume el inspector K. Raghavan en el informe policial.
Quiénes son los exempleados implicados y qué destino dieron a los motores robados según las pesquisas oficiales
Los principales sospechosos son Vinayagamoorthy Veluchamy, que dirigió la sección de motores hasta 2023, y Patan Saleem, jefe de equipo hasta su salida en 2025. El primero está en prisión preventiva; el segundo permanece en paradero desconocido. Ambos habrían contado con la ayuda de al menos otros dos trabajadores y de chatarreros de Nueva Delhi, situados a más de 2.000 kilómetros de la planta, que facilitaron la venta clandestina de las piezas.
Listado rápido de los indicios clave que maneja la policía:
- Conversaciones de WhatsApp que detallan fechas y rutas de transporte.
- Facturas impresas con números de serie inexistentes en el sistema contable.
- Fotografías de los camiones que muestran matrículas alteradas.
- Transferencias bancarias que suman 2 millones de euros a cuentas personales y de testaferros.
¿Te sorprende la audacia? Las ganancias presuntamente terminaron en el pago de deudas, compra de inmuebles y financiación de negocios paralelos.
Fallos de control interno y coste real para Kia: lecciones que puede extraer cualquier empresa del sector automotriz
Aunque la planta de Penukonda produce entre 300.000 y 400.000 vehículos al año, perder más de mil motores es un golpe contundente. El valor medio de un propulsor ronda los 2.285 dólares, de modo que la sustracción equivaldría a la producción completa de varios días de trabajo.
Año de inicio | Motores robados estimados | Valor aproximado (€) |
---|---|---|
2022 | 330 | 750.000 |
2023 | 340 | 773.900 |
2024 | 338 | 769.000 |
La tabla anterior muestra una pérdida continuada que, de haber sido detectada antes, habría evitado un agujero millonario y daños reputacionales. Por tanto, la principal lección es clara: las auditorías deben ser periódicas y cruzar datos logísticos con salidas físicas de mercancía.
Qué consecuencias penales afrontan los implicados y cómo refuerza Kia sus medidas de seguridad para evitar nuevos robos de motores
Las autoridades indias imputan a los sospechosos cargos de robo agravado, falsificación documental y asociación ilícita. Las penas, de confirmarse los delitos, podrían superar los diez años de prisión. Kia, por su parte, ha anunciado un paquete urgente de acciones:
- Revisión completa de los sistemas de acceso y videovigilancia.
- Implantación de códigos QR únicos para cada motor, con trazabilidad en tiempo real.
- Auditorías externas semestrales a cargo de consultoras independientes.
- Formación interna para empleados en detección de irregularidades.
“En consecuencia, reforzaremos los controles y la cultura de transparencia”, adelantan fuentes de la compañía. De hecho, ya se han anulado los pases genéricos y se exige doble validación para toda salida de material.
Guía rápida para blindar el inventario de piezas de alto valor antes de que sea demasiado tarde
- Digitaliza cada elemento crítico con etiquetas seguras (NFC o RFID).
- Separa físicamente las zonas de carga destinadas a proveedores y las internas.
- Contrasta cada factura con la orden de producción en origen y destino.
- Programa recuentos aleatorios, no solo los cierres de trimestre.
- Establece un canal anónimo para denuncias internas.
Por otro lado, recuerda que los delitos “hormiga” escalan rápido: perder un motor cada día supone más de 360 al año. ¡Haz números!