Una ruta fácil en un paraíso natural con cascadas y aguas cristalinas que puedes recorrer en familia sin experiencia previa

El itinerario del río Borosa, en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, regala 9 kilómetros accesibles para toda la familia entre pozas de aguas cristalinas, pasarelas de madera y un cañón de postal.

La mayor área protegida de España esconde un tesoro al alcance de cualquiera: la ruta del río Borosa. Bastan poco más de dos horas en coche desde Jaén para plantarse en un escenario donde el silencio apenas lo rompe el murmullo del agua. ¿Lo mejor? Su baja dificultad permite que niños, senderistas novatos y amantes consagrados del trekking disfruten juntos de uno de los paisajes más espectaculares de Andalucía.

Cómo llegar al inicio de la ruta del río Borosa y qué debes saber antes de ponerte las botas

El punto de partida se ubica junto al centro de visitantes del río Borosa, al que se accede exclusivamente por la carretera A‑319. El aparcamiento es amplio, pero conviene madrugar en temporada alta: ¡nadie quiere quedarse sin sitio tras un viaje tan ilusionante! Desde allí parte una cómoda pista forestal que marca el arranque del sendero.

Para los que van con prisa, ten en cuenta esta tabla orientativa antes de decidir tu plan de día:

ModalidadDistancia (km)Tiempo medioDificultadObjetivo principal
Ruta corta9 (ida y vuelta)3 hFácilLlegar a la Cerrada de Elías
Ruta larga22 (circular)7 hModeradaNacimiento del río Borosa

Ambas cifras incluyen paradas fotográficas y un ritmo relajado.

Como ves, la opción corta resulta ideal para familias o quienes solo disponen de una mañana. ¿Te atreves con la larga? Ojo con las horas de luz en invierno y lleva siempre frontal por si acaso.

Recorrido paso a paso: cascadas, Cerrada de Elías y dos opciones de vuelta o prolongación

El sendero arranca entre pinares suaves, flanqueado por pasarelas de madera que cruzan el río a cada paso. En apenas un kilómetro aparecen las primeras pozas, La Cuna y La Gracea, auténticas piscinas naturales donde el agua luce un azul imposible. ¿Quién puede resistirse a una foto?

Pasado el imponente Pliegue del Borosa, la senda alcanza su tramo estrella: la Cerrada de Elías. Aquí, pasarelas ancladas a la roca se encaraman sobre un cañón estrechísimo por el que el río se abre paso con brío. El sonido del agua se amplifica y la frondosa vegetación crea un microclima fresco incluso en agosto.

En este punto toca decidir:

  • Volver sobre tus pasos para completar los 9 kilómetros fáciles.
  • Continuar hacia el nacimiento, añadiendo 13 kilómetros más entre saltos de agua y viejas centrales hidroeléctricas reconvertidas en miradores.

Sea cual sea tu elección, la señalización es clara y el desnivel acumulado no supera los 250 metros, lo que hace imposible perderse.

Consejos de seguridad y material imprescindible para disfrutar de la senda sin sorpresas de última hora

Antes de salir, revisa esta lista rápida de imprescindibles:

  • Calzado de senderismo con suela antideslizante.
  • Protección solar y gorra: la sierra engaña, pero el sol aprieta.
  • Al menos 1,5 litros de agua por persona; no hay fuentes potables durante el trayecto.
  • Frontal o linterna si planeas la ruta larga.
  • Toalla ligera: puede que te tiente un chapuzón rápido, aunque el agua suele estar fresquita.

No obstante, la ruta es segura siempre que se respete la señalización. Por otro lado, la pista es apta para carritos todoterreno hasta la Cerrada de Elías, un plus para familias con peques.

¿Te interesa saber más? El centro de visitantes ofrece paneles interpretativos sobre flora y fauna local y dispone de baños y mesas de picnic. Además, recuerda que el Parque Natural prohíbe el fuego y exige llevar de vuelta cualquier residuo: cuidar el entorno es tarea de todos.

Deja un comentario