Los abogados avisan a quienes quieran dejar una casa en herencia: repartirla entre varios hijos advierten que suele ser un error

Cómo evitar conflictos al heredar una casa familiar entre varios hijos, según la última opinión jurídica.

La copropiedad está regulada por el artículo 392 del Código Civil y obliga a que todas las decisiones sean unánimes. Vender, alquilar o simplemente pintar la casa requiere la firma de todos los hermanos. “Ahí empiezan los problemas”, resume Manuel Hernández García, director del Bufete Vilches Abogados. Si uno necesita liquidez y los demás no, se paraliza todo. Además, los gastos de IBI, reformas y mantenimiento deben repartirse a partes iguales; cuando alguno no paga, genera deudas que afectan a todos. Ojo con estos detalles: el desgaste emocional y económico es elevado.

Alternativas legales para repartir una vivienda y proteger la armonía familiar sin pleitos ni sobrecostes

Ante este escenario, los abogados recomiendan actuar antes de que surja el conflicto. Estas son las opciones más citadas:

  1. Venta en vida y reparto del dinero. Se liquida el inmueble, se pagan impuestos y el efectivo se divide. Sencillo y transparente.
  2. Adjudicación a un solo hijo con compensación al resto. Ese heredero asume la propiedad y entrega la parte proporcional en efectivo o en otros bienes.
  3. Usufructo para el cónyuge y nuda propiedad para los hijos. Garantiza techo al viudo o viuda y evita discusiones inmediatas.
  4. Constituir una sociedad patrimonial. La casa pertenece a la sociedad y cada heredero recibe participaciones; las decisiones se toman por mayorías, reduciendo bloqueos.

Antes de decidir, conviene comparar pros y contras. Echa un vistazo:

OpciónVentajas principalesInconvenientes a considerar
Venta y repartoLiquidez inmediata; evita copropiedadPago de plusvalías; posible desacuerdo sobre el precio
Adjudicación a unoSimplicidad de gestión; un único titularNecesita liquidez para compensar; posible sensación de agravio
Usufructo/nuda propiedadProtege al cónyuge; aplaza decisionesAl fallecer el usufructuario habrá que vender o repartir
Sociedad patrimonialMayorías flexibles; separación patrimonialCostes de constitución y gestión anual

Como ves, ninguna solución es perfecta, pero todas son preferibles al “sálvese quien pueda” de la copropiedad total.

Pasos para planificar el testamento y evitar sorpresas desagradables de última hora

De ahí que los expertos insistan: planificar con tiempo es la mejor medicina. ¿Qué debes hacer?

  • Consultar a un notario o abogado especializado para elegir la figura que más encaje con tu familia.
  • Calcular los impuestos (Sucesiones, plusvalía municipal, IRPF) para que ningún heredero se lleve sustos.
  • Redactar un testamento claro y específico, indicando quién se queda la casa o cuándo se venderá.
  • Hablarlo en vida con los hijos; la transparencia reduce recelos.
  • Actualizar el documento si cambian las circunstancias (nuevo matrimonio, nacimiento de nietos, etc.).

¿Te interesa saber más? Anota fechas y plazos: un testamento puede modificarse tantas veces como se necesite; basta acudir al notario y firmar uno nuevo que anule el anterior.

Qué ocurre si ya eres copropietario y uno de tus hermanos no quiere vender ni pagar su parte

Si el problema ya está sobre la mesa, la ley ofrece la división de la cosa común. Cualquier copropietario puede pedirla ante el juzgado. El procedimiento suele terminar en subasta pública: la casa se adjudica al mejor postor y el dinero se reparte.

Eso sí, el proceso es lento y genera costes (tasaciones, abogado, procurador) que sufragan los herederos. Abel Marín, socio de Marín & Mateo Abogados, lo resume así: “Es la solución legal, pero casi nunca la ideal”.

Beneficios de una buena planificación testamentaria frente a los riesgos de la copropiedad hereditaria prolongada

Planificar no solo ahorra litigios; también protege el valor del patrimonio. Una vivienda difícil de gestionar se deprecia, se deteriora y puede acabar vendiéndose a precio de saldo. En cambio, decidir con antelación permite:

  • Mantener la paz familiar.
  • Optimizar la fiscalidad.
  • Adaptar la herencia a las circunstancias de cada hijo.

Por consiguiente, dejar la casa “a partes iguales” sin más detalle es, en términos prácticos, un mal negocio para todos.

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