Una mujer de 52 años vive una pesadilla tras comprar un coche eléctrico nuevo: semanas después la marca desaparece

La británica Karin vio cómo su nuevo Fisker Ocean EV dejó de arrancar a los pocos meses; la compañía cerró antes de tramitar la garantía y ahora afronta una demanda colectiva por fraude.

Comprar un vehículo eléctrico debía suponer ahorro y sostenibilidad, pero para Karin, vecina de Southampton y de 52 años, ha significado una auténtica pesadilla: pagó 33.700 € por un Fisker Ocean EV que nunca volvió a arrancar tras un fallo de software, y la marca quebró antes de devolverle el dinero.

¿Qué ocurrió paso a paso con la avería y por qué la garantía quedó en el aire?

Cuando el sistema de alarma empezó a activarse sin motivo, Karin llevó el coche al taller. Los técnicos desconectaron la batería auxiliar de 12 V y, ¡zas!, se apagó toda la electrónica. ¿Resultado? Un vehículo de última generación convertido en un “hierro” inmóvil en la puerta de casa.

 Fecha clave  Hecho principal 
Diciembre 2023Compra del Fisker Ocean EV por 33.700 €
Febrero 2025Fallo del software y visita al taller
Marzo 2025Intento de devolución en garantía
Abril 2025Fisker Inc. se declara en quiebra en EE. UU.
Mayo 2025Tribunal estadounidense desestima la demanda individual

Tras la quiebra, la sucursal británica cerró de la noche a la mañana y el reembolso quedó en papel mojado. “Ojo con los plazos” si estás pensando en reclamar: la liquidación concursal puede prolongarse años.

La quiebra de Fisker Inc. y la demanda colectiva que agrava la incertidumbre de los clientes afectados

Fundada en 2007 por Henrik Fisker, la firma fue pionera con el primer híbrido enchufable del mundo. Sin embargo, entre agosto y noviembre de 2023 presuntamente falseó datos contables, según la plataforma Access Newswire. Accionistas y compradores, Karin incluida, se han unido en una demanda colectiva que denuncia:

  • Declaraciones engañosas sobre la salud financiera de la empresa.
  • Débil control interno de sus informes contables.
  • Costes mal registrados que inflaron artificialmente los beneficios.

¿Te interesa saber más? El proceso se dirime en un tribunal de Nueva York y podría tardar meses en dictar una resolución que, en el mejor de los casos, permita resarcir a los afectados con parte de los activos de la compañía.

¿Cómo reclamar la devolución de un coche eléctrico defectuoso cuando el fabricante ya ha quebrado?

Para quienes se encuentren en la misma situación, estos son los pasos recomendados:

  1. Reunir toda la documentación (factura de compra, contrato de garantía, informes del taller).
  2. Presentar la papeleta de conciliación en la administración concursal designada.
  3. Adherirse a la demanda colectiva si existe un procedimiento abierto —en Reino Unido y España suelen gestionarse a través de asociaciones de consumidores—.
  4. Explorar la cobertura del seguro: algunas pólizas incluyen protección jurídica frente a averías catastróficas.
  5. Consultar a un abogado especializado en derecho mercantil transfronterizo, sobre todo si el fabricante está domiciliado en otro país.

Por otro lado, recuerda que los concesionarios actúan como intermediarios y, en ciertos casos, pueden asumir parte de la responsabilidad si así lo recoge la ley de consumo nacional.

¿Por qué los fallos de software en coches eléctricos pueden salir tan caros a los usuarios españoles?

La dependencia de actualizaciones remotas y piezas electrónicas provoca que una simple desconexión de la batería, como la que sufrió Karin, desate un fallo en cascada. Mientras Tesla o BYD cuentan con redes de servicio posventa consolidadas, marcas emergentes como Fisker carecen de talleres oficiales suficientes para responder con agilidad. De ahí que los expertos recomienden:

  • Verificar la solvencia de la marca antes de firmar.
  • Contratar garantías ampliadas con terceros.
  • Exigir cláusulas claras sobre el suministro de repuestos.

¿Quién se atreve a quedarse tirado sin asistencia técnica en pleno auge del vehículo eléctrico? El caso de Karin ilustra los riesgos de comprar tecnología puntera a fabricantes jóvenes: un fallo informático, la quiebra y un laberinto judicial. Si estás pensando en dar el salto a la movilidad eléctrica, compara garantías, revisa la salud financiera de la marca y lee la letra pequeña. Por consiguiente, evitarás que el sueño de conducir sin emisiones acabe, literalmente, en la cuneta.

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