La jefa de estudios del portal alerta de una oferta más corta y de un trasvase hacia otras fórmulas. El acceso a la vivienda sigue atascado y el alquiler es el termómetro más visible. Con mucha demanda y pocas opciones, Fotocasa detecta un giro entre los caseros cuyos contratos vencen en 2026: cada vez más se plantean salir del alquiler de larga duración. “El mercado del alquiler se está desangrando”, resume María Matos.
Fotocasa cuantifica el posible recorte de pisos en alquiler de larga duración
La cifra que más preocupa es directa: “El 43% nos ha dicho que retirará su vivienda del alquiler de larga duración”. Si esa intención se convierte en hechos, la oferta estable, ya escasa, puede encogerse todavía más. ¿El resultado? Más competencia por cada piso y más presión sobre los precios. El sondeo también apunta a qué alternativas contemplan los propietarios cuando toca decidir:
| Qué opción valoran al finalizar el contrato | Proporción |
|---|---|
| Retirar la vivienda del alquiler de larga duración | 43% |
| Pasar al alquiler de temporada | 16% |
| Pasar al alquiler turístico | 11% |
| Destinarla al alquiler de habitaciones | 6% |
| Subir el precio al renovar | Casi 1 de cada 4 |
Con estos datos sobre la mesa, el alquiler tradicional pierde terreno frente a modelos más flexibles.
Alquiler de temporada, turístico y habitaciones: las vías que más crecen hoy
Matos describe un mercado con poca rotación y mucha pelea por cada vivienda disponible. En ese contexto, algunos propietarios buscan fórmulas que les den más control, mientras muchos inquilinos se ven en “castings imposibles” para acceder a un piso.
La experta añade un elemento clave: “Desde la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, el alquiler de temporada se ha disparado un 40% y el turístico un 55%. En muchas ciudades ya hay más anuncios de habitaciones que de viviendas completas”. No es un matiz menor: cambia el tipo de oferta y también a quién puede encajarle.
Por qué la tensión del mercado del alquiler en España no se resolverá sola
Otro punto que Matos subraya es quién sostiene el alquiler: “El 90% del mercado del alquiler lo forman propietarios particulares”. Cuando el grueso de la oferta depende de pequeños caseros, cualquier decisión de retirar una vivienda del circuito estable se nota rápido. ¿Y qué significa esto para quien busca piso? De hecho, este escenario tiene consecuencias prácticas:
- Menos pisos disponibles suele traducirse en más visitas y más competencia.
- El alquiler por habitaciones o de temporada altera precios y duración de los contratos.
- Parte de la demanda mira la compra, aunque no siempre pueda dar el salto.
A la vez, el parque inmobiliario envejece: “El 60% de las viviendas que existen en España superará los 60 años en la próxima década”. Reformar requiere inversión y seguridad, dos ingredientes que no siempre se perciben.
Y mientras tanto crece la idea de comprar: “El 21% de los españoles prevé adquirir una vivienda en los próximos cinco años, y el 8% lo hará en menos de dos”. Con ese telón de fondo, Matos concluye: “Lo que demuestran estos datos es que el alquiler ya no es una solución habitacional viable para muchos”.