El actor gallego, hoy con 59 años, rememora su etapa como albañil en Nueva York y su participación en trabajos de demolición en las Torres Gemelas. Una historia laboral que explica la tenacidad con la que encara la interpretación.
A comienzos de los años 90, con 25 años y ganas de “buscarse la vida”, Luis Zahera cruzó el charco. No hablaba inglés y apenas tenía experiencia en los oficios que acabaría desempeñando, pero eso no le frenó. Trabajó casi un año como peón de albañil, pintor y empleado de guardarropa, con turnos interminables y piso compartido con otros inmigrantes.
El pasado laboral en la construcción de Luis Zahera y la demolición de las Torres Gemelas
“Con 25 años estuve en la demolición de las Torres Gemelas de Nueva York”, recuerda. Su labor más intensa fue en la planta 64 de “Colgate”: “Nos contrataron para la planta 64 de ‘Colgate’ y nos cargamos toda la planta, estuvimos como un mes”, contaba entre risas. ¿Quién no ha sentido alguna vez la incertidumbre de empezar de cero?
Zahera llegó a la gran ciudad “entre abrigos de visón”, preguntándose qué hacía con su vida. No tardó en encontrar una respuesta: trabajo duro, humildad y constancia. “Hice demolición en las Torres Gemelas”, decía con orgullo. A base de esfuerzo, aprendió a resolver lo que tocara: “Me tocó hacer de todo, pero nunca tuve miedo al trabajo. Lo que tocaba, se hacía”.
Antes de seguir, conviene resumir las claves de aquella etapa que todavía marcan su carácter profesional.
- Emigración a Nueva York con 25 años y trabajos en construcción, pintura y guardarropa, afrontando turnos largos y convivencia con otros inmigrantes.
Tras ese periodo, regresó a Galicia y decidió centrarse en la actuación. No fue inmediato: pasarían años antes de poder vivir del oficio, una travesía que muchos profesionales del arte reconocerán. Y sí, ni tan mal: cada golpe de martillo sirvió para templar la paciencia.
Fechas, oficios desempeñados y vivencias que todavía marcan al actor gallego
De aquel tiempo, Zahera conserva recuerdos duros y entrañables. La siguiente tabla organiza los datos esenciales de su trayectoria laboral y artística tal y como él mismo la relata.
| Periodo | Lugar/Actividad | Detalles relevantes |
|---|---|---|
| A comienzos de los años 90 | Nueva York, construcción | Peón de albañil, pintor y empleado de guardarropa; turnos largos; piso compartido |
| Un mes en obra concreta | Torres Gemelas, planta 64 “Colgate” | Trabajo de demolición de toda la planta |
| Regreso posterior | Galicia, inicio actoral | Se centra en la actuación tras volver a casa |
| Años siguientes | Cine y televisión en España | Más de 80 papeles; presencia en comedias y thrillers; “Celda 211” como papel inolvidable |
Aquellos días dejaron lecciones que hoy sostienen su carrera: sacrificio, resistencia emocional y honestidad expresiva. “A veces me digo: ‘hostia, todo esto para al final vivirlo solo’”, reflexiona, abriendo una ventana a la dureza emocional de la emigración.
Cómo aquel trabajo duro forjó su carrera interpretativa y valores profesionales
Cuando volvió, apostó por producciones locales y, poco a poco, fue ganando visibilidad. Sin embargo, no idealiza el camino: “El 77% de los actores españoles ingresa menos de 12.000 euros anuales, y yo fui uno de ellos durante mucho tiempo”. ¿La diferencia? Haber aprendido antes a convivir con la incertidumbre y a sostener el esfuerzo.
Hoy, con más de 80 papeles en cine y televisión, su trayectoria sigue en ascenso. Desde el impacto de “Celda 211” hasta su magnetismo en comedias y thrillers, Zahera mantiene un sello propio. Y lo hace sin olvidarse del polvo, el sudor y el cemento: ese pasado, lejos de quedar atrás, actúa como andamiaje invisible de cada personaje.
En consecuencia, su relato laboral ilumina una verdad sencilla: a veces la mejor escuela está fuera de los platós. De ahí que su experiencia en Nueva York, entre herramientas y andamios, sea mucho más que una anécdota. Es el cimiento de una ética profesional que conecta con el público por su autenticidad.
