Si alguna vez apilaste monedas de cinco duros esperando tu turno al “Metal Slug”, esto te va a sonar familiar. Un grupo de nostálgicos ha plantado en la avenida de la Democracia número 7 (Vallecas) un recinto de más de 200 m² que late a base de luces de neón y música electrónica. Dicen que la idea era “revivir los recreativos”, pero cualquiera que cruce la puerta comprobará que no se han quedado en la teoría.
Aquí conviven la Sega Blast City con la Pump It Up y un puñado de muebles míticos más. La propuesta, sin ánimo de lucro, funciona a base de pases diarios o suscripciones mensuales para que nadie se quede sin partida.
¿Cómo revive Arcade Rebirth el espíritu de los 90?
Entrar en Arcade Rebirth es hacer un viaje directo a los salones recreativos que dominaban los barrios en los años 80 y 90. El ambiente (neones, pulsos electrónicos y ese zumbido perpetuo de fondo) está calcado al original, pero con la ventaja de encontrar cada placa afinada y sin pantallas “quemadas”.
En sus 200 m² han encajado una docena larga de cabinas legendarias, restauradas con mimo. La asociación que gestiona el local asegura que el objetivo es “recuperar los valores” de aquella época: partidas sin prisa, piques sanos y la posibilidad de aprender observando al de al lado.
Precios y modalidades: ¿cuánto cuesta echar la partida infinita?
Vale, el romanticismo está genial, pero aquí la pregunta que duele al bolsillo es obvia: ¿cuánto cuesta? La buena noticia es que el proyecto no busca lucrarse; aun así, esto no es “invita la casa”, y las máquinas comen euros como siempre.
- Pase diario desde 15 €
- Suscripción mensual con partidas ilimitadas (precio indicado en el local)
- Pases de fin de semana para los que solo pueden escaparse viernes, sábado o domingo
Por consiguiente, cada jugador puede ajustar la visita a su agenda y, de paso, evitar el sablazo típico de los recreativos tradicionales, donde cada “continue” se pagaba aparte.
¿Por qué este ‘templo arcade’ engancha tanto a grandes como a pequeños?
No es raro ver a padres enseñando a sus hijos el botón de “Start” mientras rememoran su primera victoria con Ryu. La mezcla generacional funciona porque cada mueble es al mismo tiempo una pieza de museo y un juguete plenamente operativo.
Además, la agenda de torneos, conciertos y noches con DJ convierte el local en un punto de encuentro tan social como lúdico. Por tanto, la sala deja de ser un simple pasatiempo y se transforma en un plan completo para quien quiera algo más que la típica tarde de sofá.
Aprovecha la experiencia sin perderte nada
En primer lugar, revisa los horarios publicados por la asociación, ya que los eventos especiales suelen llenar la sala rápido. Después, decide si te compensa un pase suelto o la suscripción mensual: a partir de dos visitas ya empieza a salir a cuenta.
Posteriormente, reserva online (o acércate con tiempo) para evitar quedarte fuera. Y, por último, recuerda que aquí el ranking se mide en buenas vi