Un niño de 12 años rompe récord mundial al conseguir la fusión nuclear en su propia habitación: el FBI acaba investigando al joven científico

El FBI acaba investigando al joven científico por posibles riesgos de seguridad, aunque todo termina con un inesperado giro de los acontecimientos.

El mundo de la ciencia ha vivido un episodio tan sorprendente como inusual. Un adolescente de 12 años, Jackson Oswalt, decidió poner a prueba sus conocimientos y, tras construir un “fusor de demostración” en su propia habitación, consiguió realizar con éxito la fusión nuclear. Pocos días después, el FBI llamó a su puerta preocupado por la manipulación de materiales sensibles, aunque la historia tuvo un final feliz.

Así es el adolescente de 12 años que logra fusionar núcleos atómicos sin salir de su cuarto

Esta aventura científica se inició en Memphis (Estados Unidos), cuando Jackson Oswalt, con apenas 12 años, se propuso descubrir algo más allá de los videojuegos. ¿El motivo? Según él mismo ha contado, los juegos eran muy divertidos, pero no dejaban un legado duradero. De ahí que comenzara a indagar en la física nuclear, probando distintos métodos para construir un fusor.

En su empeño, el joven ensambló una cámara de vacío, una bomba de vacío, un transformador de neón y hasta un convertidor CA-CC casero. Después de constatar el éxito de su experimento, lo presentó en una feria científica escolar, dejando atónitos tanto a sus profesores como al resto de estudiantes. ¿Te imaginas la cara de los asistentes al descubrir que un chico de 12 años había logrado realizar la fusión nuclear?

Cómo el FBI decidió investigar este inusual caso de fusión nuclear en un domicilio particular

La hazaña no pasó desapercibida para las autoridades. Días después, el FBI acudió a su casa para examinar si existía algún riesgo de radiación o la utilización de elementos peligrosos. Equipados con un contador Geiger, los agentes supervisaron con detenimiento cada rincón de la vivienda. Por fortuna, no encontraron indicios preocupantes que pusieran en peligro al vecindario, por lo que todo quedó en una simple visita oficial.

Oswalt recuerda con humor aquel episodio, y asegura que, pese a la sorpresa inicial de ver a los agentes en su puerta, entendió la necesidad de verificar la seguridad del entorno. Este incidente sirve de recordatorio sobre la delicada línea que separa la pasión científica de la cautela que exigen ciertos experimentos, incluso cuando se llevan a cabo de manera aficionada.

Las claves de la fusión nuclear doméstica y su recorrido en la comunidad científica internacional

Aunque parezca increíble, la fusión nuclear alcanzada por un niño ha resultado ser una valiosa lección sobre curiosidad y persistencia. En la siguiente tabla se resumen los principales datos de esta historia:

AspectoInformación
ProtagonistaJackson Oswalt
Edad12 años
LocalizaciónMemphis (Estados Unidos)
Logro científicoFusión nuclear casera
Intervención del FBIVerificación de seguridad y control de materiales
ResultadoSin riesgos para el vecindario y final feliz

Hoy en día, Oswalt continúa involucrado en proyectos de innovación. De hecho, su experiencia lo ha llevado a colaborar en investigaciones de energías renovables y a estudiar posibilidades de desarrollo en la ciencia aplicada. Aun así, su vivencia también ha encendido un debate: ¿qué controles deberían establecerse para experimentos tan delicados a tan temprana edad?

La historia de Jackson Oswalt, el niño que llevó la fusión nuclear a su habitación, es una muestra del increíble potencial que pueden tener las nuevas generaciones. No obstante, también nos recuerda la importancia de combinar esa pasión con una buena dosis de responsabilidad. ¿Te animarías a probar un experimento similar?

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