Miles de pensionistas en España dejarán de pasar estos exámenes, reforzando la estabilidad de su prestación y su tranquilidad.
A partir del próximo año, las personas que perciban una pensión por incapacidad permanente en España dejarán de enfrentarse a las revisiones médicas periódicas si cumplen determinados requisitos de edad y cotización. Este cambio en la Ley General de la Seguridad Social (LGSS) promete acabar con la incertidumbre de quienes temían perder su ayuda tras cada evaluación.
¿Quiénes dejarán de someterse a revisiones médicas periódicas en 2025 según la LGSS?
Hasta ahora, muchos pensionistas debían pasar un examen cada dos años para confirmar que su estado de salud seguía justificando la ayuda. Sin embargo, la LGSS establece que, al alcanzar la edad ordinaria de jubilación, estas revisiones cesan de forma automática. Esto quiere decir que, una vez cumplidos los 67 años (o 65 si se acreditan al menos 38 años y seis meses de cotización), la prestación por incapacidad permanente se convierte en una pensión de jubilación.
El Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) es quien realiza el informe previo a ese cambio. En sus exámenes, valora si la persona mantiene el grado de discapacidad (al menos un 33 %) que justifica la prestación. Aunque rutinario, este trámite generaba tensión por la posibilidad de perder la pensión en caso de mejora significativa.
Cómo influye la edad ordinaria de jubilación en la incapacidad permanente
La nueva regulación aporta tranquilidad a aquellos trabajadores que, además de lidiar con problemas de salud, se encontraban en vilo ante posibles revisiones. ¿Te interesa saber más? Al cumplir la edad legal de jubilación, el pensionista no tendrá que renovarla ni aportar nuevos certificados médicos. De ahí que, desde 2025, se elimine uno de los principales focos de angustia para este colectivo y se refuerce su derecho a una prestación vitalicia.
Por consiguiente, el año que viene marcará un antes y un después para miles de personas con incapacidad permanente. Su extensa trayectoria laboral y el hecho de alcanzar la jubilación les permiten librarse de los exámenes periódicos, reconociendo así la estabilidad de su estado de salud.
Qué pasos seguir si el Instituto Nacional de la Seguridad Social retira la prestación
Aun con estos cambios, puede suceder que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) determine que ya no existen motivos para mantener la pensión. ¿Qué sucede entonces? Existen diferentes opciones:
- Reincorporación laboral: retornar al mercado de trabajo en un puesto compatible con la salud del beneficiario.
- Subsidio por revisión de incapacidad permanente: el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) concede una ayuda de 480 euros al mes hasta un máximo de 18 meses, para quienes no puedan trabajar de inmediato.
- Recurso administrativo: presentar una reclamación al INSS en un plazo de 30 días naturales desde la notificación. Transcurridos 45 días sin respuesta, se considera desestimada por silencio administrativo.
Estos caminos buscan garantizar los derechos de los afectados, ofreciendo alternativas laborales, subsidios temporales o vías legales para recurrir la decisión.
Tabla de edades y cotizaciones mínimas para la revisión de la incapacidad permanente
A continuación, se muestra un resumen de las edades y cotizaciones necesarias para que cese la revisión médica y se convierta en pensión de jubilación:
Edad ordinaria | Años de cotización requeridos | Tipo de conversión |
---|---|---|
67 años | Menos de 38,5 años | Automática a jubilación |
65 años | 38,5 años o más | Automática a jubilación |
En ambos casos, una vez cumplidos los requisitos, no se deberán pasar más revisiones periódicas y la prestación se transformará en pensión de jubilación sin necesidad de nuevos exámenes.
Medidas para reforzar la seguridad de los pensionistas con incapacidad permanente
La principal novedad radica en reconocer la estabilidad de la dolencia y la larga trayectoria laboral, por lo que se apuesta por una prestación indefinida a partir de la edad de jubilación correspondiente. De hecho, la eliminación de las revisiones se convierte en un paso esencial para dar sosiego a los pensionistas y garantizarles una estabilidad económica prolongada.
Además, el INSS y el SEPE refuerzan sus procedimientos de tramitación, simplificando la presentación de documentos e informes. Por otro lado, las comunidades autónomas también ofrecen distintas ayudas para aquellas personas que no lleguen a los mínimos de cotización o que precisen de apoyos adicionales.