El mundo animal cada día nos demuestra lo increíble que este puede llegar a ser. Los biólogos y científicos se especializan en diferentes especias para poder estudiarlas por un largo periodo de tiempo, poder conocer más sobre ellas y comprender así un poco mejor como funciona el reino animal, del que los humanos formamos parte. Los biólogos marinos de varias universidades y países que dedican su trabajo a estudiar a los cetáceos, han hallado una curiosa novedad sobre los cantos de estos animales. Y es que, al parecer, comparten ciertas similitudes con el lenguaje humano. En concreto, los principios de economía y eficiencia del este.
El estudio ha sido publicado en la revista Science y según Ellen Garland, bióloga marina de la Universidad de Saint Andrews en Reino Unido, y tras varios años estudiando el canto de cetáceos, han llegado a la conclusión de los cantos de las ballenas jorobadas, presentes en todos los océanos del mundo, “son la exhibición acústica más compleja del reino animal”.
La cultura de las ballenas jorobadas
La comunicación vocal es esencial para la supervivencia y reproducción en muchas especies, pues es una forma de transmitir la información necesaria con muchos aspectos que rodean y aseguran la continuidad como especie. Estas ballenas jorobadas se agrupan en poblaciones y cada una de ellas entonan el mismo sonido, la misma canción, pero se ha demostrado que cada cierto tiempo, un grupo entero puede aprender un mismo tono que provenga de una población que esté situada a 14.000 kilómetros de distancia.
Este tipo de comportamientos podría asemejarse, salvando las distancias, como el cambio cultural que sufre la sociedad humana con las dinámicas de las modas. Ellen Garland asegura que la cultura es una parte fundamental en la vida de las ballenas jorobadas y el canto que emiten es parte de esta.
Durante 8 años, el grupo de científicos y biólogos marinos al que pertenece Ellen, han estado grabando pistas de audio con los cantos de una población de yubartas (así también se llama a las ballenas jorobadas) en el océano Pacífico. Luego han dividido esas pistas de audio en fragmentos para estudiar como funcionan los bloques sonoros de estos cetáceos.
La ley de Zipf y la ley de Menzerath
Tras estudiar y analizar los bloques y fragmentos del canto de las ballenas jorobadas, los biólogos llegaron a la conclusión de que estos sonidos cumplen con la ley de Zipf y la ley de Menzerath, que hacen referencia a la eficiencia y economía del lenguaje de los humanos. La ley de Zipf fue formulada por George Kingsley Zipf en los años cuarenta del siglo XX y según esta, cuanto más larga es una palabra, menor es su uso entre hablantes. Es decir, existe una relación a la inversa entre la longitud de una palabra (o sonido) y su frecuencia de uso.
Y según la ley de Menzerath, cuánto más larga es una frase (o secuencia), más cortos son los elementos que la componen. Un ejemplo para entender estas dos leyes: las llamadas de peligro en cualquier especie tienen que ser entendidas por todo el grupo y lo más cortas posible para poder huir a tiempo del depredador.
Este hallazgo significa todo un avance en el estudio del lenguaje no solo de esta especial, sino del mundo animal, aunque eso sí, los investigadores advierten que a pesar de estos resultados, no se puede identificar estos cantos con el lenguaje humano. Si te interesan más noticias como esta sobre animales y hallazgos, puedes consultar nuestra sección de ciencia en la que publicamos todos los días artículos similares.