Cuando el presupuesto aprieta, muchos tiramos de imaginación (y de consolas viejas) para seguir pasándolo bien. Seguro que tú también has tenido ese mando que casi conocía tu huella dactilar de tantas partidas. Algo así les ocurrió a un padre y a su hijo: años y años pegados a una veterana PlayStation 2 porque, sencillamente, no había más dinero para caprichos tecnológicos.
El tiempo pasó, los precios de las máquinas nuevas siguieron por las nubes y la familia mantuvo su ritual gamer como quien guarda un tesoro. Hasta que, en enero de 2024, el chico decidió que ya tocaba dar un salto de generación (sin hipotecarse en el intento) y sorprendió a su padre con una PlayStation 4 Pro recién salida de la caja. Lo mejor: aquella complicidad construida a base de partidas sigue intacta, ahora con gráficos más afilados y un mando algo más moderno entre las manos.
¿Por qué este dúo se quedó tanto tiempo con la PS2?
La respuesta corta es: dinero. La larga añade cariño, costumbre y un buen puñado de recuerdos compartidos frente al televisor del salón. Mientras el mercado se volvía loco con el lanzamiento de PS5 y las nuevas Xbox Series, los precios no bajaban ni a la de tres. Por eso el usuario de Reddit Piyush3000 y su padre siguieron sacándole partido a la veterana PS2: ningún gasto extra y, a cambio, cientos de tardes juntos. A modo de brújula temporal, aquí tienes los hitos clave de esta historia:
- Años previos a 2024: Partidas interminables en la PlayStation 2 familiar.
- Casi 5 años tras la llegada de PS5: Los precios de la nueva generación siguen arriba, sin rastro de rebajas.
- Enero de 2024: El hijo compra una PS4 Pro (más asequible) y se la regala a su padre.
Como muestra la foto que el propio Piyush3000 compartió, el padre necesitó apenas un par de segundos para sentirse como en casa: mismo gesto concentrado, nuevo mando en las manos y una sonrisa que no cabía en la pantalla. Lo de menos era la potencia extra; lo importante era seguir jugando juntos.
¿Cómo sorprender sin vaciar la cartera? Trucos que funcionan
Primero, pon los pies en el suelo y el tope de gasto en el banco: marcar un presupuesto realista, evita sustos y discusiones familiares. Después, busca consolas de la generación anterior (como hizo Piyush3000 con la PS4 Pro9; tras unos años en el mercado suelen rondar precios mucho más amables. Otro detalle útil es vigilar foros y comunidades (sí, Reddit incluido) donde abundan ofertas de segunda mano en buen estado. Por último, si el regalo es para un amante de los videojuegos de la vieja escuela, recuerda que a veces basta con un buen catálogo retro para sacarles una sonrisa: la nostalgia es barata y jamás pasa de moda.
Ahora ya lo sabes: no hace falta vender un riñón para mantener viva la tradición de las partidas familiares. Basta con algo de ingenio, un presupuesto claro y las ganas de compartir tiempo juntos frente a la pantalla. Porque, al final, eso es lo que realmente se queda guardado en la memoria.