Reducir la semana laboral está sobre la mesa del Gobierno, pero la realidad inmediata pasa por saber cuándo toca trabajar más sin poder negarse. Dos situaciones previstas en el Estatuto de los Trabajadores convierten las horas extraordinarias en un deber y, en determinados casos, incluso sin límite.
El artículo 35.4 fija la regla general: las horas extra son voluntarias. Sin embargo, introduce dos excepciones que cambian por completo el panorama. Primero, cuando un convenio colectivo o el propio contrato pactan la obligatoriedad. Segundo, cuando concurre fuerza mayor, es decir, daños graves e imprevistos que requieran una actuación inmediata. En cualquiera de estos escenarios el trabajador no puede rechazar prolongar su jornada.
Qué significa “fuerza mayor” y por qué elimina el tope anual de 80 horas extra
La norma menciona emergencias, accidentes, averías o siniestros. ¿Te suena familiar la llamada de última hora porque “se ha roto la maquinaria”? Ahí están los supuestos de fuerza mayor. En estos casos desaparece el límite anual de 80 horas extraordinarias del artículo 35.5, ya que dichas horas ni siquiera computan. El legislador entiende que la urgencia de evitar un daño mayor justifica la imposición del trabajo adicional sin restricción temporal.
Antes de profundizar, conviene visualizar de un vistazo estas situaciones:
Supuesto regulado | ¿Son voluntarias? | ¿Aplican las 80 h/año? | Artículo |
---|---|---|---|
Convenio o contrato las declara obligatorias | No | Sí | 35.4 |
Fuerza mayor (emergencia, accidente, avería, siniestro) | No | No | 35.4 y 35.5 |
Convenio colectivo o contrato individual: cómo pueden convertir las horas extra en obligación
Cuando la empresa negocia las condiciones con los representantes de los trabajadores, o con el propio empleado en su contrato, puede establecer que las horas extraordinarias formen parte inseparable de la relación laboral. De ahí que resulte vital revisar qué dice exactamente el documento que firmaste: si aparece la obligatoriedad, la compañía estará dentro de la legalidad al requerirte prolongaciones de jornada, siempre respetando el techo de 80 horas al año.
Para las horas extraordinarias que sí computan (las no motivadas por fuerza mayor), el Estatuto impone un máximo de 80 al año. ¿Qué sucede si una avería provoca que superes la cifra? Esas horas “de emergencia” no entran en el conteo. En consecuencia, podrías culminar el ejercicio con, por ejemplo, 110 horas extra: 30 devengadas por fuerza mayor, fuera de cómputo, y 80 ordinarias (en el límite) sin que la empresa incurra en infracción alguna.
Opciones de compensación: retribución económica o descanso equivalente dentro de cuatro meses
¿Y la remuneración? El mismo artículo 35 detalla que, a falta de pacto, la compañía elige entre pagar las horas con su valor extra o cambiarlas por descanso equivalente. La compensación debe materializarse en los cuatro meses posteriores a su realización. Así, podrás recuperar tu tiempo libre o verlo reflejado en la nómina, pero nunca quedar en el limbo.
A modo de recordatorio práctico, aquí tienes los escenarios donde la empresa puede exigirte horas extra sin que puedas decir “no, gracias”:
- Emergencias, accidentes, averías o siniestros que requieran atención inmediata.
No obstante, ¡ojo! Si tu convenio o contrato impone también la obligatoriedad, tendrás que cumplir incluso fuera de estos supuestos.