Jóvenes con notas sobresalientes temen no entrar en la pública por la alta exigencia y contemplan optar por la privada.
Nada más terminar el examen de Lengua Castellana y Literatura en la Facultad de Química de la Universidad Complutense de Madrid, un grupo de alumnas de ciencias puras celebraba con gritos de alegría la coincidencia de los temas que llevaban mejor preparados. Entre ellas estaba Sandra Martos, de 17 años, con una media de 9,81 en Bachillerato, que sueña con estudiar Medicina: “Pero piden más de un 13. No sé si entraré”, comenta, aun entre risas nerviosas.
Martos, como muchos de sus compañeros, ha comparado exámenes de distintas comunidades autónomas. Concluye que existen notables diferencias de dificultad, sobre todo en Matemáticas e Inglés. “El de Castilla y León me pareció muy duro y el de Murcia más fácil. Yo pondría la misma prueba en toda España”, afirma convencida.
Por qué muchos alumnos exigen un examen de Selectividad unificado en toda España este curso académico
Una de las mayores quejas de los jóvenes madrileños es la presunta disparidad en los contenidos y el nivel de exigencia, algo que, según alegan, puede condicionar las notas de corte y el acceso a la carrera deseada. “Nos quitan las plazas porque viene gente que hace exámenes más asequibles”, lamenta Marina Álvarez, alumna con un 7 de media que tiene en mente Derecho. “En Madrid, con un 7 no basta, así que me veo en la privada”, explica.
Por otro lado, Adrián Arroyo, del colegio El Carmelo Teresiano, busca entrar en Ciencias del Deporte, que exige más de un 11. Reconoce temer que, si no alcanza esa calificación, podría verse obligado a un plan alternativo o a retrasar un año su entrada a la universidad. “¿Quién tiene la culpa de que cada autonomía organice un tipo de examen? ¿Por qué no lo unifican de una vez?”, se pregunta.
Cómo influye la falta de uniformidad en la PAU y por qué preocupa a padres y docentes en Madrid
Los padres también expresan inquietud. Amalia Sánchez, pedagoga y madre de un estudiante que aspira al doble grado de Magisterio y Pedagogía, comenta: “El sistema no es justo. En mi época, todo era un poco más igual. Ahora, según la comunidad, la Selectividad puede ser más o menos compleja”. Añade además que, si las pruebas no se armonizan, es difícil comparar expedientes y calcular notas de corte similares.
Las propias universidades, como la Complutense, admiten que existen “diferencias” y se han comprometido a trabajar en la armonización de la prueba para 2026. Rosa de la Fuente, vicerrectora de Estudiantes, sostiene que pretenden elaborar exámenes equivalentes en todo el país y que incluso se está estudiando la creación de un observatorio para analizar los modelos de cada comunidad.
Lista de razones por las que estudiantes y familias critican el modelo actual de Selectividad
Los futuros universitarios madrileños apuntan varios motivos que generan malestar:
- Diferencias notables en la dificultad de los exámenes entre comunidades.
- Notas de corte elevadas en grados con gran demanda como Medicina o ADE.
- Percepción de escasas oportunidades en centros públicos de alta competitividad.
- Falta de coordinación para unificar los modelos de prueba y evitar injusticias.
- Presión añadida para alumnos con expedientes brillantes pero sin garantías de acceso.
Cada uno de estos factores, aseguran, siembra incertidumbre y lleva a muchos a plantearse optar por universidades privadas, a veces con tasas muy superiores. A continuación, se muestra un ejemplo hipotético de las notas de corte (sobre 14) en algunas de las carreras más solicitadas:
| Carrera | Madrid | Castilla y León | Murcia |
|---|---|---|---|
| Medicina | 13,0 | 12,7 | 12,3 |
| Derecho | 10,5 | 9,8 | 9,6 |
| Magisterio | 10,0 | 9,5 | 9,2 |
| ADE | 11,4 | 10,8 | 10,3 |
Estos datos ficticios sirven como referencia para ilustrar las diferencias que los alumnos detectan al comparar comunidades.
Cómo afrontar la Selectividad y evitar la desesperación con el actual sistema
Además de preparar bien cada materia, recomiendan a los estudiantes informarse sobre las fechas oficiales para realizar la matrícula, revisar los simulacros de examen de cada autonomía y contemplar opciones de posgrado o cambio de carrera si no se cumple la nota requerida.
También recuerdan la posibilidad de repetir la prueba en convocatorias extraordinarias para mejorar calificaciones. “No es el fin del mundo retrasar un año la entrada en la universidad”, comenta Amalia Sánchez, la pedagoga que acompaña a su hijo. “La presión existe, pero hay caminos alternativos”.
En definitiva, las voces de estudiantes, docentes y padres coinciden en la necesidad de un modelo de Selectividad unificado para evitar desigualdades regionales. Mientras las autoridades estudian nuevos cambios, miles de bachilleres en Madrid siguen pendientes de la nota que marcará su futuro académico.