El Fondo Central de Previsión (CPF) de Singapur combina ahorro obligatorio para retiro, vivienda y salud en una sola herramienta y ofrece intereses garantizados. Estas son sus ventajas respecto al sistema español de reparto, centrado en la solidaridad intergeneracional.
En Europa, incluida España, las cotizaciones presentes pagan las pensiones actuales. El CPF funciona con aportaciones obligatorias de trabajadores y empleadores, pero su diseño cambia el juego: cada persona acumula ahorros en cuentas separadas y su pensión depende de lo acumulado.
Cómo funciona el CPF de Singapur como sistema obligatorio de ahorro individual y finalista
Dentro del CPF se abren tres cuentas con fines distintos. ¿Para qué sirve cada una? Puedes verlo en la siguiente tabla:
| Cuenta del CPF | Uso principal |
|---|---|
| Ordinary Account (OA) | Compra de vivienda, educación y seguros |
| Special Account (SA) | Ahorro exclusivo para la jubilación |
| MediSave | Gastos médicos y atención sanitaria |
En España, la cotización a la Seguridad Social no se destina a vivienda ni salud, solo a calcular una futura pensión pública.
Cinco claves del CPF que lo diferencian del sistema público español de pensiones
Antes de entrar al detalle, conviene repasar sus rasgos distintivos. ¿Dónde está la verdadera diferencia?
- Sistema “3 en 1”: OA para vivienda/educación/seguros, SA para jubilación y MediSave para salud.
- Intereses sin riesgo: hasta el 6% anual mayores de 55 y 5% menores, con un mínimo del 4% en jubilación y salud.
- Sostenibilidad: la prestación depende del ahorro real y de alcanzar la Cantidad Básica para la Jubilación (CBR).
- Más fuentes de aportación: 20% del trabajador, contribuciones del empleador, familiares y del Estado con ingresos adicionales.
- Herencia: los fondos no utilizados se distribuyen entre beneficiarios o familiares.
En conjunto, es un esquema que obliga a planificar y, además, blinda el destino del dinero.
Intereses garantizados y sostenibilidad basada en el ahorro acumulado del CPF
El CPF ofrece una rentabilidad sin riesgo que puede llegar al 6% anual para mayores de 55 años y al 5% para menores, con un mínimo del 4% garantizado en las cuentas de jubilación y salud. ¿Te imaginas una rentabilidad así y garantizada por el Estado?
La base de su sostenibilidad es que el importe de la pensión depende de lo acumulado. La CBR se calcula según los gastos reales de los hogares pensionistas. Quien quiera mejorar su subsidio futuro puede recargar el CPF o aplazar el inicio del cobro. En España, por el contrario, el sistema se financia con impuestos y sufre la presión del envejecimiento, lo que puede forzar retrasos en la edad de jubilación o ajustes en las retribuciones.
Programas complementarios del Gobierno y herencia de los saldos del CPF para mayor cobertura social
Si la persona fallece, los saldos no se pierden: pasan a beneficiarios o familiares. Además, existen apoyos que refuerzan la protección: la asistencia a largo plazo de ComCare; el plan de recompra de arrendamiento de viviendas públicas (HDB) para convertir años restantes en ingreso de jubilación CPF; el Plan de Ahorro para el Retiro con Aportaciones Equivalentes (contrapartida dólar por dólar para mayores con saldos bajos); el Bono de Vivienda para Adultos Mayores para mudanzas a pisos de 3 habitaciones o menos, que complementa la Cuenta de Jubilación y facilita unirse a CPF LIFE; el Plan de Apoyo a la Tercera Edad con pagos trimestrales; y el Complemento de Ingresos por Trabajo para salarios más bajos.
¿Quién sale ganando? Quien aprovecha la obligación de ahorrar para construir su propia pensión, sin renunciar a vivienda y salud en el camino.