Un agricultor que trabaja entre Utande y Valdearenas (Guadalajara) ha diseñado ‘La Tomasenka’, una máquina que varea los olivos y recoge la aceituna directamente desde el tractor, pensada como alternativa para quienes trabajan olivares de bajo rendimiento.
Tomás Santamaría, agricultor de la zona, llevaba años buscando una forma de agilizar la recolección de la aceituna en sus fincas sin tener que contratar más personal. Fruto de esa búsqueda surge ‘La Tomasenka’, un sistema que, según se describe, supone una auténtica revolución en la forma de recoger el fruto del olivo.
Condiciones laborales en la campaña de la aceituna en los olivares de Guadalajara
Quien ha vareado un olivo sabe que no es un trabajo sencillo. Durante la campaña de la aceituna, que se concentra en otoño entre los meses de octubre y enero, las jornadas se alargan fácilmente durante 8 horas o más. En ese tiempo se golpea el árbol, se limpia el suelo, se recoge el fruto y se mete en sacos o cajas.
El método tradicional exige realizar golpes repetitivos con una vara sobre las ramas hasta que cae la aceituna. También se utilizan peines mecánicos, pero estos castigan de forma intensa brazos y espalda. A todo ello se suma el frío, la humedad y el barro habituales en muchas zonas, que endurecen todavía más la faena diaria.
Después llega otra tarea física: recoger la aceituna del mantón, agachándose una y otra vez. Un mantón grande puede acumular entre 50 y 80 kilos antes de vaciarse. De media, un olivo puede producir entre 20 y 40 kilos de aceituna, y en los ejemplares más grandes se supera con facilidad la barrera de los 60 kilos, lo que multiplica el esfuerzo.
Capacidad del invento de Tomás Santamaría para varear olivos y recoger aceitunas
Ante este escenario, Tomás Santamaría decidió buscar una solución para sus olivares. Su objetivo era claro: hacer más rápida la recolección y evitar la necesidad de incorporar más personal durante la campaña. Esa idea desembocó en el desarrollo de una máquina propia.
Inspirándose en el funcionamiento de un túnel de lavado, imaginó una estructura que aplicara un principio similar sobre las ramas de los olivos. Así nació ‘La Tomasenka’, una máquina capaz de varear el árbol y recoger la aceituna en un solo paso de trabajo.
Cómo la máquina ‘La Tomasenka’ transforma la recogida de aceituna desde el tractor
El agricultor construyó una estructura metálica con tres paredes y una serie de rotores en su interior. Estos rotores mueven unos latiguillos de plástico orientados hacia dentro, que son los encargados de agitar las ramas y desprender el fruto cuando el olivo entra en contacto con el sistema.
El apero se engancha tanto a la pala delantera como a la trasera del tractor. Al introducir la estructura en la copa del olivo, los latiguillos mueven las ramas y la aceituna se desprende, cayendo directamente en un cajón inferior incorporado al dispositivo. De este modo, el proceso de vareo y recogida se integra en una única operación desde el propio vehículo.
Impacto de ‘La Tomasenka’ en el trabajo de los olivares de bajo rendimiento
Según se explica, el invento de Tomás Santamaría supone una revolución para la recogida de aceituna, especialmente en explotaciones de bajo rendimiento. En estos olivares, donde cada jornada cuenta, contar con un sistema que varee el árbol y recoja el fruto desde el tractor ofrece una alternativa distinta al esquema tradicional.
Al combinar en una sola máquina el vareo de las ramas y la recogida en un cajón inferior, ‘La Tomasenka’ se presenta como una herramienta pensada para mejorar la organización del trabajo en la campaña de la aceituna, reduciendo buena parte de las tareas manuales que hasta ahora marcaban el día a día en el olivar.
