Una madrileña reclama 100.000 euros tras ganar en un rasca digital y la ONCE lo invalida por fallo del sistema

Quién no ha soñado con rascar un cartoncito y gritar ¡me ha tocado! Seguro que más de uno ha imaginado ya cómo gastaría el premio antes de ir a cobrarlo. Y, claro, también hay quien saca el móvil para jugar al Rasca Link mientras se toma un café y confía en que la suerte digital funcione tan bien como la de toda la vida.

Eso mismo hizo, un 15 de diciembre de 2024, una vecina de Madrid: vio la famosa llave encendida, leyó “100.000 €” en pantalla y casi descorcha el champán. Spoiler: no hubo brindis. La ilusión se estrelló contra la cruda burocracia (y contra el temido “error del sistema”) cuando la ONCE le dijo que, según su base de datos central, allí no había premio alguno.

¿Por qué la ONCE negó el premio de 100.000 €?

La organización explica que el Sistema Central de Control de Juego (la gran base de datos donde se validan todos los boletos) manda más que cualquier captura de pantalla. Ese sistema, cuando el vendedor pasa el código por el TPV (la maquinita que comprueba los premios), decide si hay dinero o no. En su caso, el veredicto fue un rotundo “sin premio”.

Para rematar, la ONCE alegó que la llave iluminada se debió a un fallo de diseño del juego digital y ofreció 1.000 € “por las molestias”. La jugadora presentó un acta notarial, fotografías y pantallazos, pero nada cambió: la entidad insiste en que lo que no figure en su registro central, simplemente, no existe.

Antes de lanzarte a rascar con el móvil, conviene saber cómo va la película:

  • Compra física (2 €): adquieres el cartón en un punto de venta autorizado y rascas un código QR.
  • Escaneo y elección: con el QR entras en la web de la ONCE y escoges uno de los tres minijuegos (Mini Monstruos, Gira la Rueda o Viaje Aventura).
  • Partida única: cada cartón vale para una sola partida con premios de hasta 100.000 €.
  • Cobro tradicional: si ganas, tienes que volver con el boleto físico al mismo punto de venta.

Así, la experiencia mezcla nostalgia de rascar con la comodidad del móvil… pero también hereda sus bugs. Y cuando un error gráfico pinta una llave ganadora donde no debería, el sistema central se encarga de poner los pies en la tierra (y la cartera a salvo) de la ONCE.

Tabla de incidencias y compensaciones

El caso terminó con dos boletos, dos fallos y una sola indemnización. Mira el resumen:

BoletoFecha de compraJuego elegidoResultado mostradoRegistro en Sistema CentralRespuesta de la ONCE
115/12/2024Viaje AventuraLlave iluminada (100.000 €)No premiadoCompensación de 1.000 €
215/12/2024Viaje AventuraLlave iluminada (100.000 €)No premiadoSin compensación

El primer cartón se “salvó” con esos 1.000 € porque la propia ONCE reconoció el error visual; el segundo quedó en papel mojado al no aportar la jugadora una prueba tan contundente.

¿Qué dijeron los jueces?

La mujer agotó la vía administrativa con un recurso de alzada (apelación interna) y, tras recibir un “no” rotundo el 16 de diciembre de 2024, acudió al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). El TSJM, en sentencia del 17 de diciembre de 2024, respaldó la postura de la ONCE: la iluminación de la llave fue un “glitch” sin consecuencias jurídicas y el sistema central sigue siendo la biblia del juego.

Además, los magistrados subrayaron la “improbabilidad matemática” de acertar dos premios máximos con dos cartones seguidos… y eso, dicen, refuerza la hipótesis del fallo informático.

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