Una camarera pierde su empleo por avisar que está en urgencias: “No estás muerta, así que ven a trabajar”

La conversación de WhatsApp entre una camarera que avisa desde urgencias por un problema de corazón y el propietario del local donde trabaja se ha viralizado. El empresario, que según se desprende del chat no la tenía dada de alta en la Seguridad Social, decide prescindir de ella y remata con un “¡Que denuncie ya!”. La difusión ha encendido el debate sobre las condiciones del sector.

La historia corre como la pólvora: bares y restaurantes son sinónimo de ocio, pero también esconden jornadas interminables, tensión con la clientela y, en ocasiones, relaciones laborales precarias. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez qué ocurre cuando un empleado enferma y avisa a su jefe?

Claves del caso: despido por WhatsApp, urgencias médicas y falta de alta en la Seguridad Social

La trabajadora comunica que está en urgencias y no podrá ir al turno del día siguiente. La respuesta del empresario es inmediata y bronca: “No me digas que no vas a ir mañana a trabajar, no me lo puedo creer. A mí no me cuentes historias, ¡vete a tomar por c…!”. Después insiste: “Estás en urgencias, pero no estás muerta, así que ves a trabajar. Solo haces joderme mi empresa y clientes”.

Antes de seguir, repasamos lo esencial del episodio que ha incendiado los foros y comentarios. ¿Te imaginas recibir un despido por chat?

  • Aviso desde urgencias por un problema de corazón la noche anterior al turno.
  • Respuesta del empresario con descalificaciones y exigencia de acudir igualmente.
  • Indicios de que la trabajadora no estaba dada de alta en la Seguridad Social.
  • Mensaje final de despido por WhatsApp: “Que te mejores y olvídate de trabajar”.

Tras esta cadena de mensajes, el caso trasciende lo privado y se convierte en conversación pública. Y, como suele ocurrir, las reacciones no tardan.

Cómo se difundió el caso en redes y quién lo hizo visible al público general

La publicación la comparte la cuenta de X (antes Twitter) Soy Camarero, muy seguida en el sector. Su impulsor, Jesús Soriano, acostumbra a recoger testimonios de compañeros que se enfrentan a situaciones límite en bares y restaurantes. Esta vez, la mezcla de urgencias médicas, insultos y despido ha encendido todas las alarmas.

A continuación, una tabla con la cronología básica que ayuda a entender el hilo de los acontecimientos:

MomentoDetalle principal
Aviso inicialLa camarera comunica desde urgencias que no podrá ir al turno
Respuesta del jefeMensajes con descalificaciones y presión para que acuda igualmente
Cuestión laboralSe desprende del chat que no estaba dada de alta en la Seguridad Social
DesenlaceDespido por WhatsApp y cierre de la relación laboral

Detrás de la viralización late una pregunta incómoda: ¿qué cuesta responder con empatía cuando hay una urgencia médica? Vaya tela.

Qué revela la conversación sobre la Seguridad Social y el despido comunicado por mensajería instantánea

De los mensajes se infiere que la trabajadora no estaba dada de alta. En paralelo, el empresario llega a decir “Vete por ahí, siria”, un comentario de tono racista que añade gravedad al intercambio. La charla termina con un portazo: “Que te mejores y olvídate de trabajar. Jamás te voy a llamar más para trabajar”. En consecuencia, el caso no solo refleja tensión laboral; también destapa una presunta irregularidad que los lectores identifican de inmediato.

No es la primera vez que se denuncian estas prácticas en la hostelería, pero la fuerza de las redes amplifica la realidad de muchos empleados. ¿Cuántos más se animarán a contar su experiencia?

Reacciones de usuarios y debate social sobre condiciones de trabajo en la hostelería

La indignación es unánime en los comentarios. Entre las respuestas destaca una que resume el sentir general: “Tu negocio no se puede basar en esclavizar y explotar a tus empleados. Eso solo indica que eres un incompetente y no vales para jefe. Escoria”. Por lo tanto, más allá del morbo de la conversación, el foco vuelve a ponerse en la necesidad de condiciones dignas, respeto y cumplimiento de las obligaciones laborales, empezando por el alta en la Seguridad Social.

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