La travesura terminó sin heridos en Utah, pero reabre el debate sobre la seguridad y la supervisión infantil.
El pasado domingo 27 de abril, la Policía de Ogden (Utah) quedó perpleja al descubrir que el conductor que zigzagueaba por la carretera era un niño de solo siete años. Acompañado de su hermana menor, recorrió unos 14,5 kilómetros desde Clearfield con un solo objetivo: llegar a un restaurante de comida rápida y comprar hamburguesas. ¿Cómo pudo suceder algo así?
Cómo se desarrolló la ruta de 14 kilómetros que puso en alerta a la policía de Ogden
El teléfono de emergencias sonó alrededor de las 08:00 h. Varios conductores avisaron de un vehículo que no lograba mantener el carril. Uno de ellos sospechó que el responsable era un menor y no se equivocó.
Según el informe oficial, el pequeño tomó el coche familiar sin permiso mientras sus padres dormían. Cruzó varias jurisdicciones hasta que las patrullas consiguieron localizar el turismo.
Para evitar una persecución peligrosa, los agentes apagaron las luces de emergencia y mantuvieron la distancia. El coche terminó chocando levemente contra una franja de estacionamiento en la calle 40 de Ogden. Afortunadamente, ninguno de los dos niños resultó herido.
La madre, Whitney Bush, se enteró de que faltaban dos de sus cuatro hijos cuando la policía de Clearfield llamó a su puerta. «No tenía idea de lo que estaba pasando», confesó después a la cadena KTVX. Solo cuando llegó al lugar del accidente comprendió la magnitud del susto.
Qué responsabilidades legales existen cuando un menor conduce sin autorización en Estados Unidos
El departamento policial descartó presentar cargos debido a la corta edad del conductor. Sin embargo, la situación pone sobre la mesa varias cuestiones legales y de prevención:
- Custodia y supervisión parental. Aunque la ley de Utah no contempla imputar a un menor de siete años, los padres sí podrían afrontar investigaciones de servicios sociales si se demuestra negligencia.
- Daños a terceros. De haber causado lesiones o perjuicios materiales, la familia debería asumir la responsabilidad civil.
- Seguro del vehículo. La mayoría de pólizas excluyen la cobertura cuando el coche es conducido por alguien sin licencia; el propietario asumiría los costes.
Las claves de seguridad que destacan los expertos tras el susto infantil en Utah
Especialistas en tráfico infantil insisten en que bastan pocos minutos de descuido para que un niño ponga en marcha un coche automático. ¿Te interesa saber qué recomiendan los profesionales?
- Guardar siempre las llaves fuera de su alcance.
- Activar el bloqueo infantil de puertas y, si el vehículo lo permite, el modo “valet” que limita la velocidad.
- Enseñar a los menores la importancia de la seguridad vial desde edades tempranas.
- Supervisar el uso de videojuegos de conducción: pueden estimular la curiosidad por “probar” un coche real.
- Mantener comunicación constante con los hijos sobre los riesgos reales de la carretera.
Por otro lado, Whitney Bush reveló que su hijo sueña con ser camionero y que ya había mostrado cierta fascinación por los vehículos. «Está en un mundo de problemas», bromeó, asegurando que el castigo será largo. No obstante, también admitió que había pedido ayuda profesional para su comportamiento sin obtener respuesta por su edad.
Consecuencias emocionales y lecciones que deja el suceso para padres y tutores
Más allá del susto, los psicólogos subrayan que un incidente así puede marcar a los pequeños:
- Sensación de aventura exitosa. Al lograr su objetivo, llegar a por hamburguesas y volver ilesos, podrían banalizar el riesgo.
- Reacción de los adultos. Un castigo excesivo genera miedo; uno demasiado laxo, indiferencia.
- Necesidad de refuerzo positivo. Explicar por qué estuvo mal y reforzar conductas seguras resulta más efectivo que la mera prohibición.
En consecuencia, se recomienda combinar disciplina firme con diálogo abierto y, cuando sea posible, apoyo psicológico temprano. De ahí que el caso haya servido de recordatorio: la supervisión y la educación vial empiezan en casa.