Un agricultor andaluz cambia el trigo por placas solares: de ganar 100 euros a 1.900 por hectárea

La escena suena familiar: campo andaluz, cosechas de toda la vida y cuentas que ya no salen como antes. En Carmona (Sevilla), muchos agricultores han descubierto que el sol no solo calienta, también paga. La transición energética está entrando por los caminos rurales, casi sin hacer ruido, pero con números que hablan claro.

En 2023, más de 200.000 familias españolas tenían placas solares en casa, el doble que el año anterior, y el campo empieza a ir por el mismo camino. La razón es sencilla: rentabilidad hoy frente a incertidumbre mañana. Y cuando los euros por hectárea se multiplican, la tradición tiene que sentarse a negociar.

¿Cuánto gana un agricultor al alquilar su finca para placas solares?

El dato que rompe esquemas lo pone José Portillo, agricultor que ha pasado del grano a la fotovoltaica. Literalmente, explica: «Antes me llevaba 100 euros por hectárea durante la cosecha, ahora me pagan 1.900 euros». Por si fuera poco, ha alquilado 15 hectáreas que antes dedicaba a pipas, trigo y garbanzos; la diferencia de ingresos es, por tanto, notable y sostenida en el tiempo.

Al hablar de placas fotovoltaicas nos referimos a paneles que convierten la luz del sol en electricidad. Y cuando se menciona el arrendamiento de terrenos, se habla de alquilar la tierra a una empresa que instala esas placas y paga una renta periódica. Portillo lo resume con una motivación muy terrenal: «Ese dinero me va a venir de maravilla para viajar y hacer cosas que nunca he podido». En otras palabras, el sol sale para todos… pero a algunos les sale a 1.900 euros la hectárea.

¿Por qué Carmona vive un ‘boom’ fotovoltaico y cuánto suelo hay en juego?

Carmona se ha convertido en uno de los epicentros de esta fiebre solar. Según contó su alcalde en un reportaje del programa Equipo de Investigación, hay hasta 28 proyectos en marcha que podrían reportar millones de euros a la localidad gracias al arrendamiento de terrenos. No es una anécdota: el municipio cuenta con unas 92.000 hectáreas de tierras agrícolas, un tablero enorme donde el sol compite con el arado.

A continuación, un resumen con las cifras clave que están moviendo el cambio en la zona. La tabla reúne lo esencial del fenómeno, con los datos tal y como han sido expuestos.

IndicadorCifra exacta
Ingresos por hectárea con cultivos (caso citado)100 euros
Ingresos por hectárea con placas solares (caso citado)1.900 euros
Hectáreas alquiladas por el agricultor mencionado15 hectáreas
Proyectos fotovoltaicos en Carmona28 proyectos
Superficie agrícola en Carmona92.000 hectáreas
Familias con placas solares en España (2023)Más de 200.000 (el doble que en 2022)

Con este paisaje, no extraña que muchos propietarios hagan números. La ecuación es simple: cuando el alquiler de la tierra multiplica por 19 el ingreso por hectárea, la decisión deja de ser ideológica para convertirse en contable.

Tradición frente a rentabilidad: ¿qué dicen los vecinos?

El debate está servido, porque cambiar cultivos por placas solares reordena usos y costumbres. Un vecino admite el ruido de fondo: «Ha habido un revuelo grande porque de toda la vida la gente ha estado cultivando sus tierras y ahora te vienen dándote un dinero por estar…». De hecho, reconoce que la superficie cultivada en la zona ha descendido entre un 20 y un 30 %, un dato que explica por sí solo el choque de modelos.

Por lo tanto, la discusión no es solo económica. Es también cultural: quien mira la tierra ve identidad y oficio; quien mira la factura ve estabilidad y margen. En consecuencia, el sol ya no está solo en los tejados urbanos: ha entrado en el campo y, por lo que se ve, para quedarse.

¿Cómo saber si te compensa alquilar tu terreno para placas solares?

Antes de nada, conviene traducir el debate a una mini hoja de cálculo mental, con los mismos elementos que ya están sobre la mesa en Carmona. A continuación tienes unos pasos sencillos para orientarte, con ejemplos que aparecen en esta historia.

  • Compara ingresos por hectárea: toma como referencia los 100 euros por cosecha y los 1.900 euros por arrendamiento que cita el agricultor, y calcula la diferencia en tu caso.
  • Valora la escala: fíjate en cuántas hectáreas podrías arrendar (el ejemplo habla de 15) y multiplica para ver cuánto supondría al año.
  • Pregunta por el contexto local: en Carmona hay 28 proyectos en marcha; saber si hay proyectos en tu municipio te da pistas de oportunidad real.
  • Ten en cuenta el entorno agrario: un vecino habla de un descenso del 20–30 % en superficie cultivada en la zona; valora cómo podría afectar a tu paisaje y a tu comunidad.
  • Piensa en tus objetivos personales: como dice el protagonista, ese dinero puede permitir “viajar y hacer cosas” pendientes; pon tus metas en la ecuación.

Con esto no se resuelve todo, pero sí se aclaran prioridades: números, escala, contexto y propósito. Por otro lado, si los cálculos te salen como a José Portillo, quizá el sol sea tu nuevo cultivo de secano.

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