Treinta años de historia llegan a su fin con el cierre de este restaurante, referencia gastronómica en la comarca

El histórico restaurante ‘La Ánfora’ de Andorra, fundado en 1994, echó el cierre definitivo el pasado 31 de octubre tras más de 30 años de actividad. El negocio, gestionado por Blas Galindo, su mujer, Ángeles Gomera, y su hermano, Leonardo Galindo, se despide como uno de los restaurantes punteros de la comarca de Andorra-Sierra de Arcos y queda ahora a la espera de traspaso, alquiler o compra.

La Ánfora de Andorra cierra tras tres décadas como referente gastronómico comarcal

La historia de ‘La Ánfora’ arranca cuando Blas, Ángeles y Leonardo regresan desde la Costa Brava con la idea clara de emprender en hostelería. Los hermanos, procedentes de Pitarque, eligieron Andorra por ser “un pueblo que conocían y que les gustaba”. Lo que empezó como una pizzería-restaurante familiar terminó consolidándose como uno de los locales de referencia de toda la comarca.

Desde el principio, el negocio vivió un “éxito inmediato”, según recuerda Blas, que ha dedicado más de la mitad de su vida al restaurante. Durante años, el local fue punto de encuentro para celebraciones, reuniones familiares, cenas de instituto o simplemente para disfrutar de una pizza o de esos menús caseros que muchos ya echan de menos. Al fin y al cabo, era uno de esos sitios donde se mezclaban platos y recuerdos.

La situación del restaurante y las crisis que superó antes del cierre definitivo

¿Fue la crisis de 2008 el momento más duro? La respuesta es que obligó a reducir la plantilla de 14 a 6 trabajadores. Aun así, el restaurante consiguió seguir adelante. Posteriormente llegó la pandemia, “una crisis bastante dura también”, que el negocio logró afrontar gracias al apoyo constante de la clientela de la zona.

Por las cocinas y el salón de ‘La Ánfora’ han pasado cerca de 100 trabajadores. Algunos estuvieron solo unos meses, pero otros permanecieron años y se convirtieron en pilares del proyecto. Blas destaca especialmente a su pizzero, que ha trabajado con ellos 30 años, y al cocinero que les acompañó durante 25. A continuación se resumen algunos de los datos clave del recorrido del restaurante:

  • Apertura en 1994 como pizzería-restaurante familiar en Andorra.
  • Hasta 14 trabajadores antes de la crisis económica de 2008.
  • Reducción a 6 empleados tras el impacto de esa crisis.
  • Cerca de 100 trabajadores han pasado por el local a lo largo de su historia.
  • Un pizzero con 30 años en la casa y un cocinero con 25 años de trayectoria.

Este nivel de estabilidad en el personal, unido a la implicación diaria de Blas, su mujer y su hermano, fue la base para consolidar ‘La Ánfora’ como un espacio de confianza para muchos vecinos y visitantes de la comarca.

La despedida del restaurante La Ánfora y la estrategia tras bajar la persiana

El pasado 31 de octubre, el local celebró su último servicio y organizó una despedida de agradecimiento abierta a todo el mundo. No era un gesto improvisado: ya lo habían hecho en la inauguración de 1994 y en los aniversarios de los 20 y 25 años del negocio. Esta última cita sirvió como homenaje final a quienes llenaron el comedor durante décadas. Para entender mejor la trayectoria del establecimiento, se puede resumir en la siguiente tabla:

AcontecimientoDetalle
1994Apertura como pizzería-restaurante familiar en Andorra
Crisis económica de 2008Paso de 14 a 6 trabajadores
PandemiaNueva crisis que el negocio logró afrontar con apoyo de la clientela
31 de octubreCierre definitivo y despedida de agradecimiento a la clientela

Blas subraya que lo más valioso de esta etapa ha sido el vínculo humano con trabajadores y clientela. Para él, “lo mejor ha sido ese trato humano, lo demás es material”, y reconoce con especial cariño a los clientes de muchos pueblos de la comarca de Andorra-Sierra de Arcos.

Un equipo que fue familia y el impacto del cierre en Andorra y su comarca

En palabras del propio gerente, “esto ha sido un equipo de trabajo comprometido, una gran familia”. Esa sensación se reflejaba tanto en el personal de cocina y sala como en la clientela habitual. En resumen, era el típico sitio donde te conocían por tu nombre y sabían cuál era tu pizza favorita.

‘La Ánfora’ se había convertido, además, en uno de los restaurantes más veteranos del municipio en cuanto a gestión continuada. Blas valora que, como gerentes de negocio, posiblemente eran el segundo o tercer establecimiento más antiguo del pueblo, y que durante 30 años han sido uno de los restaurantes punteros de toda la comarca.

Impacto del cierre del restaurante La Ánfora en Andorra y el futuro del local

¿Qué pasará ahora con el local de ‘La Ánfora’? Por el momento, se mantiene cerrado a la espera de traspaso, alquiler o compra. Blas asegura que “las tres modalidades nos van bien” y apunta que el espacio despierta interés, aunque reconoce que, desde su punto de vista, la situación de la hostelería es “bastante complicada” en la actualidad.

A pesar de ese contexto, el ya jubilado gerente no pierde la esperanza. Su deseo es poder transmitir toda la experiencia acumulada y enseñar a hacer “las mejores pizzas” a quien tome el relevo. De este modo, aspira a que la esencia de ‘La Ánfora’ se mantenga viva en el municipio donde este negocio creció y dejó huella durante tantos años.

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