Pide un café con leche sin lactosa en un bar asturiano y acaba pagando un suplemento que enfada a consumidores de toda España

Casi todos hemos pedido un café con leche alguna vez y hemos sentido ese pequeño placer matutino que nos pone las pilas. Ahora imagina que, entre sorbo y sorbo, descubres un cargo extra en la cuenta que no esperabas ni de broma. Eso le ha pasado a una clienta en Oviedo: un suplemento de 30 céntimos por atreverse a pedir leche sin lactosa.

A simple vista puede parecer calderilla, pero el asunto ha encendido la mecha de la indignación en redes sociales. ¿Es justo pagar más por una necesidad alimentaria? Vamos a desmenuzar el tema, céntimo a céntimo, con la misma calma con la que remueves el azúcar en tu taza.

¿Qué ha ocurrido en el barrio de El Fontán (Oviedo)?

Para situarnos, hablamos de un bar del barrio antiguo y popular, en pleno corazón de Oviedo (Asturias). Allí, una consumidora pidió su habitual café con leche sin lactosa y, al recibir el ticket, vio reflejado un suplemento de 0,30 €. Lo compartió con la cuenta hostelera Soy Camarero, encendiendo la conversación sobre si estas prácticas son o no aceptables.

La afectada recalca que en otros locales de la misma zona no cobran nada por sustituir la leche de vaca por su versión sin lactosa. Además, subraya que la marca era blanca y desnatada, por lo que el coste para el local no difiere del de una leche convencional. Ser intolerante no es un capricho, protesta, reclamando más transparencia y empatía.

¿Por qué duele pagar 30 céntimos extra?

Más allá de la cantidad, que cabe en cualquier monedero, el sobreprecio toca la fibra sensible de quienes dependen de la leche sin lactosa por salud y no por moda. Desde el punto de vista del cliente, abonar un plus por evitar molestias digestivas suena a penalización, y no precisamente sutil.

Por otro lado, muchos consumidores dan por hecho que el precio del café incluye la leche que mejor se adapte a sus necesidades. Cuando aparece un suplemento sorpresa, la sensación se asemeja a encontrar un cargo fantasma en la factura del móvil: pequeño pero irritante. En consecuencia, no es de extrañar que la polémica corra como la pólvora y genere debate en toda España.

Desglose del ticket: lo que dicen los números

Antes de lanzar el grito al cielo, conviene mirar las cifras fríamente. A continuación tienes el detalle exacto del consumido en bar:

  • Café con leche: 1,90 €
  • Suplemento por leche sin lactosa: 0,30 €
  • Total abonado: 2,20 €

Como ves, la cuenta final se encarece un 15,8 % respecto al precio base, y ese porcentaje basta para despertar suspicacias en tiempos de bolsillos ajustados.

¿Qué hacer si te encuentras un suplemento que no esperabas?

En primer lugar, pregunta al camarero o a la encargada si el sobrecoste está claramente anunciado en la carta o en un cartel visible; la normativa de precios exige transparencia, así que la información debe estar a la vista. Si no hay rastro del aviso, solicita que te cobren el importe sin suplemento y guarda el ticket como prueba.

Después, si el local mantiene el recargo, puedes presentar una reclamación en la hoja oficial de quejas, el clásico formulario disponible por ley, y, posteriormente, elevarla a la oficina municipal de consumo. Todo el proceso es gratuito y, aunque burocrático, suele surtir efecto: al establecimiento le puede caer una multa si se acredita falta de información. Por consiguiente, la próxima vez que pidas un café sin lactosa, no olvides comprobar la cuenta; tu estómago lo agradecerá y tu cartera también.

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