Los modelos productivos han cambiado durante las últimas décadas. Cada vez existe un mercado laboral más exigente, pero también más precario, en el que los trabajadores sienten un agotamiento general. En los casos más extremos, se puede llegar a generar el cada vez más conocido síndrome del burnout o de trabajador quemado. La OMS lo estableció como enfermedad profesional en 2022.
Este síndrome hace referencia a una cronificación del estrés laboral que contribuye a un desgaste tanto físico como mental y emocional de aquellas personas que lo padecen. Aunque este agotamiento como tal no es diagnosticable, los profesionales de la salud creen que detrás de este se pueden encontrar trastornos más graves como la depresión o la ansiedad. El burnout es el resultado del aumento de esos trastornos debido a un estrés laboral excesivo.
Los síntomas de este síndrome pueden ser varios y afectar a varios niveles de la salud. El agotamiento físico y mental generalizado es el más común de estos síntomas, aunque también pueden darse rasgos de despersonalización en el comportamiento del trabajador, así como una profunda desmotivación y descenso de la productividad laboral. Los dolores de cabeza, el insomnio, las molestas gastrointestinales también forman parte de estos síntomas a un nivel más físico. Y en los peores, esto puede derivar en infarto.
Un médico consiguió la incapacidad permanente por burnout
A pesar de que este síndrome fuese declarado hace tan solo 3 años como enfermedad por la OMS, ya desde años la familia de un médico de Sevilla que falleció por infarto de miocardio debido al fuerte estrés que sufría en el trabajo, pudo conseguir la calificación de accidente laboral. Este caso es de 2003, pero no es el primero que habla del síndrome del burn out. De hecho, en la propia sentencia se hace referencia a la jurisprudencia asentada por otro fallo de 1999 de un tribunal del País Vasco.
Después de esta, han venido muchas otras sentencias que han reconocido el síndrome del burnout como motivos de accidentes y enfermedades laborales o incapacidades permanentes, entre otras. Sin duda, es una enfermedad que seguirá ocasionando graves consecuencias a las personas que lo padecen, pues esta no solo afectará a su ámbito laboral, sino que engloba otro tipo de trastornos con los que es difícil de lidiar en el día a día.
Otros casos judiciales por el síndrome del burnout
En 2017, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía apreció un proceso patológico de personalidad perfeccionista de una directora de fábrica. En la sentencia se declaró una situación de incapacidad permanente total porque la empleada alargaba la jornada y era especialmente autoexigente con sus tareas en el trabajo.
En 2015, el Juzgado de lo Social de Las Palmas declaró a una matrona con una incapacidad permanente total debido un desgaste extremo y estrés laboral muy fuerte que derivó en el síndrome de trabajador agotado. El agotamiento extremo estaba afectando a no solo a su ámbito laboral, sino a otras áreas de su vida personal.
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