Sin duda la fruta en general es buena para nuestro cuidado personal y la salud lógicamente. Esta comida, que provienen de árboles y plantas, es un manejar para muchos y además hay gran variedad a elegir. Una de ellas, es la manzana, algo fácil de encontrar en cualquier supermercado o tienda, y la cual es una gran aliada de la salud. Mucha gente no sabe que este bocado dulce o ácido, según el tipo, cuenta con un compuesto vegetales que ayudan al hígado, un órgano que pasa desapercibido hasta que llegan los problemas.
Según The American Journal of Clinical Nutrition, algunas de las dietas que se basan en plantas se relaciona con menor posibilidad de desarrollar enfermedades del hígado, es decir, hepáticas. Uno de los descubrimientos que hizo, Wiliam Bell, coautor del estudio en la Universidad de East Anglia, fue que las personas que comían flavonoides no solo mejoraba en cuando a colesterol o presión arterial.
El compuesto de la manzana que mejora el hígado: los flavonoides
Los flavonoides son químicos vegetales (fitonutrientes) los cuales se encuentra en la fruta y verdura, como en este caso la manzana, una de las más aconsejables. Y es que este rico y sabroso manjar, protegen las células vivas del estrés. Además, la manzana cuenta con fibra, vitaminas y otros antioxidantes. La fibra (soluble e insoluble) de hecho, que se encuentra sobre todo en la cáscara, se relaciona con una mejor digestión. Dicha mejor en la digestión dicen los expertos que tienen beneficios indirectos a los órganos, por tanto, en el hígado.
Varias instituciones y sus propios investigadores, han llegado a la conclusión de como las manzanas, pueden beneficiar el hígado. Algo que sí parece que hace efecto es reduciendo el estrés oxidativo del organismo. Por tanto, las manzanas son una forma natural que frena reacciones químicas nocivas. Los estudios y ensayos clínicos a corto plazo, han visto como la ingesta de flavonoides protegen al hígado de enfermedades, y en consecuencia un órgano más sano, sin necesidad de tomar suplementos.
Incluye esta fruta en la dieta: da igual como te la comas
Meter a la manzana en nuestra dieta, sea con cáscara o sin ella, al horno o como sea, no deja de aportar una carga decente de nutrientes y vitaminas. Por tanto, añadir esta fruta a las comidas diarias va a contribuir a defenderse contra el estrés hepático. Además, su contenido en fibra ayuda a controlar el hambre, por lo que es una buena manera para los que buscan un peso saludable.
Ingerir gran cantidad de azúcares como se echa al café, grasas de frituras o comidas mal equilibradas puede suponer un duro golpe para el hígado. Pero hay que tener en cuenta que no siempre para cuidar este órgano se hacen cambios drásticos ni de suplementos, más bien de comer fruta y en este caso, una o dos piezas de manzana con cáscara (la mayoría de los expertos lo afirman que tiene más beneficios).
Ahora bien, una cosa que no puede faltar, es lavar las manzanas bien antes de consumirlas, sobre todo cuando no son orgánicas. Ahora las verduras y frutas se pueden plantar hasta en el espacio, por ello, es bueno comerlas lo más natural posible. Dejar que el hígado esté bien es eliminar toxinas, almacenar nutrientes y mantener una buena línea de vitalidad.
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