Será una nueva medida que entrará en vigor en autopistas y autovías para así disminuir los accidentes de tráfico. La DGT da a conocer un cambio importante en lo que respecta al funcionamiento de los radares en las carreteras españolas. Este nuevo ajuste afectará sobre todo a los radares que saltan en tramos con un límite de 120 km/h.
Los radares, sin embargo, no se activan inmediatamente al superar el límite de velocidad, puesto que según la DGT existe un margen de error que en muchos casos permite excederse sin sufrir consecuencias. Aunque hemos de advertir que este margen no es el mismo en todas las situaciones. Así que conocer las nuevas normativas te puede ahorrar más de un problema.
Velocidad a la que saltan los radares de 120 km/h
La DGT ha adoptado recientemente el margen en los radares en tramos donde el límite de velocidad es de 120 km/h. Hasta el momento, muchos conductores desconocían que no se aplicaba una sanción automática al superar el límite por unos pocos kilómetros. Esto se debe a la conocida regla del 5 y del 7.
Esta es una normativa que hace alusión al margen de tolerancia en los radares fijos y móviles. Se aplica de manera diferente dependiendo del tipo de radar y de la velocidad límite en cada tramo. Esta orden establece que:
- Los radares fijos: En tramos de velocidad inferior a 100 km/h el radar permite una tolerancia de hasta 5 km/h mientras que en los tramos de velocidad superior a 100 km/h se acepta una tolerancia del 5% sobre el límite establecido.
- Los radares móviles: En este caso la tolerancia es mayor. Si el límite es inferior a los 100 km/h, los radares pueden tolerar un exceso de 7 km/h. Con respecto a los tramos con límite superior a los 100 km/h, la tolerancia aumenta al 7% del límite establecido.
¿En qué lugares se aplica esta normativa?
La regla del 5 y del 7 se aplicaría a todos los tramos de carretera que cuenten con radares de control: fijos y móviles. En esto se incluirían las autovías, autopistas y carreteras secundarias. La DGT ha explicado que el objetivo de esta normativa es garantizar que las multas se apliquen de manera justa y evitar sanciones innecesarias por pequeñas variaciones en la velocidad.
Ejemplos
En una autopista, por ejemplo, con un límite de velocidad de 120 km/h, los radares tolerarán un exceso de hasta 6 km/h sin activar la sanción. Pero una vez superado ese margen, la multa es inevitable. Esto significa que un exceso de unos 3 o 4 km/h puede ser lo suficiente como para recibir una sanción si los radares están calibrados según estos parámetros.
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