En marzo del año pasado, Yolanda Díaz instaba al Ministerio de Seguridad Social la necesidad de una reforma para mejorar la prestación por el cese de actividad, es decir, del ‘paro’ de los autónomos. La ministra de Trabajo argumentaba su postura basándose en que el ejercicio de 2023, las mutuas de la Seguridad Social solo aceptaron el 48% del total de solicitudes de las prestaciones por cese de actividad.
La responsabilidad recayó sobre Elma Saiz, la ministra de Inclusión y de Seguridad Social, que abordó la cuestión creando el observatorio para el análisis y seguimiento de la prestación por cese de actividad de autónomos. Ahora, casi un año después, el proceso está paralizado y, según han explicado desde el Ministerio de Seguridad Social, esto se debe al proceso de regularización de las cuotas de autónomos para este año, aunque aseguran que la prestación por cese de actividad es una medida pendiente.
Las presiones desde las asociaciones de autónomos
Desde las principales asociaciones de autónomos en España, ATA, UPTA y UATAE, señalan la urgencia de modificar esta prestación y su acceso a ella, por lo que están intentando presionar a los organismos correspondientes para que se retome el debate sobre esta cuestión.
Según la vicepresidenta de ATA, Celia Ferrero, la reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos ha hecho que mejoren las cifras de las concesiones, pero siguen encontrándose muy por debajo de lo aceptable. También señala que esta concesión debería de reconocerse de forma prácticamente automática al cese de la activa, cuando se produce la baja del RETA.
La principal preocupación de las asociaciones de autónomos es que tienen una baja tasa de concesión, pues se llegan a rechazar casi el 60% de estas. Esto se debe principalmente a que los criterios de concesión no son homogéneos. Hay que recordar que esta prestación por cese de actividad es una ayuda para los trabajadores por cuenta propia cuando estos dejan de trabajar por causas económicas, técnicas, de producción, organizativas, por la pérdida de la licencia o causas de fuerza mayor. Es una prestación análoga a la que perciben los asalariados como prestación por desempleo.
La odisea de los autónomos para acreditar su situación
Esta desigualdad con respecto a los trabajadores asalariados produce una importante brecha en cuanto a los derechos que termina generando una situación de discriminación de los trabajadores autónomos. La Seguridad Social dispone de un presupuesto superior a los 350 millones destinados a ofrecer esta prestación a los trabajadores por cuenta propia cuando se produzca el cese de su actividad.
Sin embargo, el proceso para acreditar ese cese de actividad es toda una odisea para los autónomos y además los criterios para conceder esta prestación no son homogéneos, por lo que desde la Seguridad Social no resuelven ni la mitad de las solicitudes que llegan, aunque haya una partida presupuestaria suficiente para ello. Esto genera una enorme desigualdad y una situación de preocupación a los autónomos.
Según cómo avancen los próximos meses, los autónomos podrán ver su situación mejorada. Si quieres estar al día sobre estas noticias, accede a la sección de economía en la que todos los días publicamos artículos similares.