Todavía son muchos los misterios del Universo a los que el ser humano se enfrenta. A pesar de haber realizado enormes avances científicos durante el último siglo y los últimos años, los propios astrónomos y expertos siguen sorprendiéndose con cada nuevo hallazgo. Uno de los últimos ha sido la detección del neutrino más energético descubierto hasta ahora. Tiene alrededor de 10.000 veces más de energía que la que puede alcanzar el acelerador de partículas más potente del mundo.
Hace una cuantas décadas, se construyeron bajo tierra unos enormes detectores de estas partículas que fuesen capaces de captarlas. Muchos se construyeron en antiguas minas o bajo el hielo del Polo Sur. Pero un detector que todavía está en construcción, llamado KM3NeT, en el Mediterráneo a 3.500 metros de profundidad, es el que ha detectado este nuevo potente neutrino. Pero, ¿por qué es tan especial este hallazgo? Los neutrinos son unas partículas muy abundantes, pero muy difíciles de detectar, que durante años han atraído la atención de científicos de todo el mundo. Y este estudio es un paso más en la investigación sobre este elemento.
La diminuta partícula fantasma, la protagonista de este hallazgo
Los neutrinos son unas partículas subatómicas que a diferencia de los quarks o los electrones (cargados eléctricamente) tienen carga neutra. Además, los neutrinos apenas interactúan con la materia, convirtiéndose así en partículas invisibles, prácticamente indetectables, y viajan a velocidades casi tan altas como las partículas de luz.
Además, como no presentan ninguna carga eléctrica, son capaces de atravesar la materia sin ser atraídos o desviados por los campos eléctricos y se pueden transportar de forma libre. Su origen es diverso y pueden aparecer desde diferentes lugares del Universo. Los interiores de las estrellas suelen generar neutrinos y forman parte del proceso de generación de energía.
También se generan en las explosiones de las supernovas, cuando una estrella colapsa al final de su vida y se produce esta liberación masiva de energía que genera una gran emisión de neutrinos que quedan sin un rumbo fijo. Pero también se pueden producir estas partículas de forma artificial en los laboratorios con los aceleradores de partículas. Para ello, se hacen chocar elementos como protones a muy altas velocidades o a través de la desintegración nuclear.
La importancia de este descubrimiento
Este hallazgo supone todo un reto para la comunidad científica. La existencia de esta partícula y su origen siempre ha sido un enigma para los expertos. El proyecto Poltergeist surgió en Estados Unidos tras crear la primera bomba nuclear de la historia, cuyo principal objetivo era descubrir una partícula elemental hasta entonces desconocida que hacía que el Universo funcionase tal y como lo hace.
Los estudios de fisión nuclear del proyecto Manhattan, que también surgió tras la Segunda Guerra Mundial, pudo detectarse esta partícula. Los científicos de este proyecto escribieron a Wolfgang Pauli, el físico austríaco que 15 años antes había teorizado sobre esta partícula, para comunicarle que estaba en lo cierto. Desde entonces, esta partícula fantasma, casi indetectable, atrae la atención de muchos físicos que quieren comprender mejor su origen, pues en los neutrinos podrían residir muchas de las respuestas que nos presenta el cosmos.
Si te gustan este tipo de noticias sobre hallazgos y noticias tan interesantes como esta, puedes seguir nuestra sección de ciencia en la que publicamos artículos relacionados con este tema y otros.