A través de un confuso comunicado, se ha solicitado la retirada del mercado de casi 100.000 vehículos de las marcas Toyota y Lexus. Estos vehículos presentan un grave fallo de fabricación que podría tener consecuencias serias para los propietarios, quienes aún están a tiempo de evitar problemas mayores. Los modelos afectados son varios, por lo que es fundamental que los propietarios estén atentos y actúen con rapidez para solucionar este fallo en los motores tradicionales. El impacto para Toyota y Lexus es significativo, ya que este incidente no solo costará millones de euros, sino que también afecta la reputación de ambas marcas a gran escala.
Pedido de retirada de coches Toyota y Lexus
El problema que ha llevado a esta drástica y urgente decisión está relacionado con un fallo en el motor de ciertos vehículos de las marcas Toyota y Lexus. Este defecto pone en riesgo a los conductores, ya que puede ocasionar que el coche se detenga de forma inesperada durante la conducción, con el peligro añadido de posibles detonaciones internas en el sistema. Según expertos del sector automovilístico, esta avería también provoca dificultades de arranque y pérdida de potencia, lo que refuerza la necesidad de solicitar la retirada inmediata de estos vehículos.
Los modelos involucrados en este fallo son aquellos que incorporan motores V-6 biturbo. Entre ellos se encuentran camionetas Toyota Tundra y vehículos Lexus LX. En el caso de los Lexus LX, los modelos afectados corresponden a aquellos fabricados entre noviembre de 2021 y febrero de 2023. Para las Toyota Tundra, el problema afecta a los vehículos fabricados entre julio de 2021 y finales de 2022. Este fallo, detectado tras una notificación enviada a la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE. UU.), afecta al menos a un 1% de los vehículos fabricados durante este período. No obstante, no es posible determinar con precisión el porcentaje exacto de vehículos afectados. Lo que ha llevado a Toyota y Lexus a tomar medidas extremas.
Ante esta situación, Toyota ha desarrollado un plan de acción inmediato para solucionar el problema de raíz. La solución incluye el reemplazo de los motores de los más de 100.000 vehículos afectados, tanto de las Tundras como de los Lexus LX. Esta estrategia busca garantizar la seguridad de los conductores y mitigar el impacto de este grave fallo. Por otro lado, los propietarios de modelos híbridos y más modernos de la Tundra pueden estar tranquilos, ya que estos vehículos no cuentan con motores de combustión interna y no están afectados por el problema.
Origen del problema
El origen de este fallo se remonta a 2022, cuando un cliente reportó el bloqueo del motor de su vehículo. Sin embargo, el problema no fue tratado con la debida urgencia hasta principios de 2024, cuando la NHTSA actuó directamente. Ahora, Toyota deberá afrontar un enorme desafío financiero y reputacional, invirtiendo millones de euros en la compensación y sustitución de motores de los vehículos afectados.
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