Hace unos pocos meses se aprobó oficialmente un nuevo permiso laboral que permite ausentarse del trabajo durante cuatro días al año sin necesidad de avisar previamente a la empresa. Aunque esta medida pueda parecer beneficiosa y sencilla para los empleados, existen ciertos requisitos que deben cumplirse para su aplicación, y las circunstancias que justifican este permiso no siempre son agradables. Este nuevo derecho forma parte de la Ley de Familias, aprobada en junio mediante el Real Decreto 5/2023. Y busca proteger los derechos de los trabajadores en situaciones excepcionales.
¿Cómo funciona el permiso de 4 días?
El equilibrio entre las responsabilidades laborales y personales puede ser complicado, y este permiso laboral está diseñado para situaciones de fuerza mayor que requieran la presencia urgente del trabajador por motivos familiares. Este derecho se aplicará tanto para familiares cercanos como para convivientes, aunque no tengan vínculo familiar directo. Los supuestos incluyen enfermedades, incidentes o circunstancias imprevistas que demanden atención inmediata.
En estas situaciones, el trabajador puede abandonar su puesto de trabajo sin que ello implique el incumplimiento de su contrato laboral. Además, los cuatro días al año de ausencia están cubiertos económicamente; es decir, el permiso será retribuido y no se aplicarán descuentos en el salario. Aunque los motivos familiares urgentes puedan parecer subjetivos, el artículo 37 del Estatuto de los Trabajadores aclara que no es necesario preavisar a la empresa al momento de comunicar la ausencia. El convenio colectivo contempla, por ejemplo, casos como padres que deban resolver problemas escolares de sus hijos o trabajadores que cuiden de personas mayores. Este permiso puede utilizarse de forma fraccionada. Lo que significa que si la ausencia es breve, solo se descontará ese tiempo del total de cuatro días disponibles al año.
Beneficios de este permiso laboral retribuido
Una de las ventajas principales de este permiso es que, al tratarse de una situación de urgencia, no será necesario justificar la ausencia con documentación. Basta con un aviso verbal para informar al empleador y atender las necesidades familiares de forma inmediata.
Esto elimina posibles retrasos derivados de los trámites administrativos y permite al trabajador actuar con rapidez. Por otro lado, la medida refuerza la importancia de la conciliación entre la vida laboral y personal, asegurando que los empleados puedan atender sus responsabilidades familiares sin temor a represalias laborales o pérdidas salariales.