La Seguridad Social está reconociendo, en determinados supuestos, la incapacidad permanente a trabajadores con síndrome del túnel carpiano. Según el grado, la prestación puede llegar al 100% de la base reguladora.
El túnel carpiano provoca hormigueo, entumecimiento o debilidad en manos y muñecas. El dolor puede irradiar por el brazo hasta el hombro y, en los casos graves, impedir tareas tan cotidianas como agarrar objetos o realizar movimientos repetidos. ¿Te suena en tu día a día laboral?
Quién puede pedir la incapacidad permanente por túnel carpiano y por qué
La clave es el impacto en el puesto de trabajo. Como señalan desde Campmany abogados, si la patología repercute en las funciones del empleo, puede abrir la puerta a una pensión. Por ejemplo, un electricista que, por el entumecimiento, no logra manipular cableado y herramientas podría ser candidato. También quienes desempeñan tareas continuas con manos o brazos, como trabajar frente al ordenador o sostener un teléfono a menudo.
¿Cuándo la Seguridad Social reconoce la dolencia como enfermedad profesional y sus matices? El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) puede conceder la incapacidad permanente por túnel carpiano cuando deriva de la actividad laboral y encaja en el Real Decreto 1299/2006. Esta norma lo recoge dentro del grupo 2, “Enfermedades profesionales causadas por agentes físicos”, como subagente 02 de los agentes tipo F. Ahora bien, hay matices: debe acreditarse la relación con la profesión y el grado de limitación funcional.
Pasos clave y documentación médica para solicitar y superar el tribunal médico
El tribunal médico exigirá haber agotado los tratamientos indicados para aliviar el dolor y comprobar que persisten los síntomas o han quedado secuelas que impiden trabajar con normalidad. Toca demostrar que ya no hay mejoría posible con las terapias habituales.
- Agotar las posibilidades terapéuticas: férulas, electroterapia, corticoides y ejercicios de rehabilitación.
- Pedir cita con el traumatólogo de la Seguridad Social para un informe detallado de limitaciones.
- Acreditar que la dolencia imposibilita realizar el trabajo con normalidad en tu profesión habitual.
- Someterse a la valoración del tribunal médico del INSS para determinar el grado de incapacidad.
¿Y si el dolor va y viene? Por eso es importante el informe clínico actualizado: ordena, resume y aporta constancia de la evolución.
Operación recomendada, negativa injustificada y efectos sobre el reconocimiento de la pensión
En casos severos, el traumatólogo puede recomendar cirugía (por ejemplo, la liberación del túnel carpiano). Si la intervención no entraña riesgos y solo busca mejorar la funcionalidad, una negativa “injustificada” podría llevar a que los inspectores propongan denegar la incapacidad. Por el contrario, si los riesgos superan los beneficios, en principio no debería denegarse por este motivo. Y un recordatorio claro: nadie puede obligarte a operarte.
Grados de incapacidad permanente y cómo se calculan las prestaciones económicas
La prestación varía en función del grado reconocido. A continuación, un cuadro rápido para entender qué supone cada uno y cómo se traduce en dinero:
Grado | Cuándo se reconoce | Prestación |
---|---|---|
Incapacidad parcial | Sigues en tu profesión habitual pero con una merma de rendimiento de al menos el 33% | Indemnización única de 24 meses de la base reguladora (no es pensión mensual) |
Incapacidad total | Inhabilita para el trabajo habitual, pero permite otro distinto | Pensión del 55% de la base reguladora; compatible con empleo no basado en las mismas tareas |
Incapacidad absoluta | Secuelas crónicas que impiden cualquier trabajo con normalidad y eficiencia | Pensión del 100% de la base reguladora |
¿Qué significa esto para tu bolsillo? Que el porcentaje reconocido marca la mensualidad o, en el caso de la parcial, una indemnización única. Por consiguiente, el foco está en el grado de limitación funcional.
En resumen, no basta con el diagnóstico de túnel carpiano: se analiza cómo invalida a cada persona en su profesión y si se han agotado los tratamientos. De ahí que preparar bien la documentación médica y acreditar el impacto en el puesto sea decisivo para que el INSS reconozca la prestación adecuada.