Manuel tiene 57 años y sigue en la obra porque nadie quiere sustituirle en un sector cada vez más envejecido:“No hay relevo, somos la última generación”

La falta de mano de obra y la burocracia disparan los plazos y los costes en la construcción de vivienda. Testimonios del sector y de trabajadores veteranos muestran un problema estructural que amenaza entregas y precios.

El sector de la construcción en España afronta un cuello de botella: faltan manos, sobran trámites y crecen los sobrecostes. El resultado lo sufre quien espera su casa. Como resume el vicepresidente del Grupo Ibosa, Juan José Percho, “El que compra la vivienda no ve el día en el que le entreguemos las llaves”. ¿Dónde está el relevo generacional?

La falta de mano de obra complica plazos y encarece las viviendas en la construcción de vivienda nueva

Desde el primer expediente para liberar el suelo hasta la obra terminada pueden pasar 15 años. Demasiado tiempo para un mercado que necesita respuesta. Percho apunta al origen del problema: “El embrión de una vivienda es esa palabra tan abstracta que se llama desarrollo urbanístico, que no deja de ser burocracia en estado puro”.

Los plazos se dilatan y se encadenan trámites. Entre tanto, los promotores asumen costes financieros y el comprador espera. Cada retraso suma euros al presupuesto final. ¿Se puede agilizar sin perder garantías? Ese es el gran debate.

Retrasos en entregas y sobrecostes por falta de suelo urbanizable y escasez de trabajadores cualificados

Hoy harían falta alrededor de 750.000 viviendas, pero falta suelo finalista y manos para levantarlas. María López, directora comercial de Impact Homes, lo vive a diario: “Una de estas casas la tendríamos que haber entregado en enero”. Los retrasos se traducen en encarecimiento. Lo confirma Pedro Fernández, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción: “Todo el trámite que es necesario para tener un suelo finalista es un problema muy importante de plazos”.

Antes de entrar en los testimonios de obra, conviene retener estas claves del atasco actual:

  • Falta de suelo urbanizable y trámites largos que bloquean nuevos proyectos.
  • Escasez de personal cualificado y envejecimiento de las cuadrillas.
  • Entregas demoradas que elevan costes y tensan los precios finales.
  • Soluciones industriales que aceleran, pero encarecen el presupuesto.

¿Quién paga la factura de los sobrecostes? En buena medida, termina repercutiendo en el comprador y en la viabilidad de las promociones.

Testimonios desde la obra muestran un relevo generacional que no llega y cuadrillas con edades cada vez más altas

En una obra con 137 viviendas, trabajan pocos operarios y de edad avanzada para esfuerzos tan físicos. El jefe de grupo de ETOSA, José Ramírez, lo resume sin rodeos: “La gente no quiere trabajar en la obra porque es un sector sacrificado”. Manuel, 57 años, sigue al pie del andamio: “Me levanto a las cinco de la mañana y llego a casa a las ocho de la tarde. Mucho sol, calor y muchas exigencias”.

Mueve a diario unas 900 piezas de ladrillo, de unos cuatro kilos, a lo largo de 40 metros. Vivió la crisis que partió al sector y hoy percibe la soledad generacional: “Nosotros somos la última generación que queda. No hay un relevo”. A continuación, un resumen de datos que ayudan a dimensionar el problema sobre el terreno:

DatoDescripción
15 añosTiempo transcurrido desde el primer expediente para liberar suelo hasta poder construir
750.000 viviendasNecesidades estimadas actuales de vivienda en España
137 viviendasPromoción en marcha con pocos trabajadores y edades elevadas
900 piezas de ladrilloEsfuerzo diario aproximado de Manuel, 57 años, en la obra

Estos números ponen contexto a las voces del sector y explican por qué cuesta entregar a tiempo.

La industrialización con baños prefabricados acelera trabajos pero encarece costes en muchas promociones residenciales

Ante la escasez, gana terreno la industrialización. Una solución habitual es montar viviendas a partir de módulos, como el baño prefabricado: “Se fabrican en Murcia, los trasladamos en camión y vienen totalmente terminados”. De hecho, ayuda a recortar plazos y asegurar calidades. No obstante, “es una opción mucho más cara”, por lo que no todas las obras pueden asumirla. ¿Qué soluciones se barajan a medio plazo? Formación, atraer talento joven y despejar cuellos de botella administrativos suenan imprescindibles. Dicho de otra forma: sin relevo ni agilidad, no habrá llaves que entregar.

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