El jubilado, que reside con su nieto de 11 años, lamenta no haber aceptado la oferta de dinero y vivienda alternativa que le propuso el Ejecutivo chino antes de iniciar las obras.
Un anciano que vive al suroeste de Shanghái tomó una decisión que hoy califica de error: rechazó los 200.000 euros que el Gobierno le ofreció por su vivienda, ubicada en plena zona de construcción de una autovía. Además del dinero, le propusieron una casa nueva para reubicarse, pero insistió en quedarse.
La postura inicial de resistencia fue vista como un gesto valiente, incluso simbólico. Sin embargo, con las obras ya finalizadas, su día a día se ha convertido en una auténtica pesadilla.
Las consecuencias de rechazar la indemnización y mantenerse en la vivienda
En la actualidad, el jubilado Huang Ping solo puede entrar o salir de su casa a través de una tubería de agua, ya que la carretera la rodea por completo. Él mismo reconoce que, si pudiera volver atrás, aceptaría las condiciones del Gobierno. Pero ya es tarde: la construcción está demasiado avanzada y las autoridades han retirado cualquier compensación económica o alternativa habitacional.
El ruido constante de la maquinaria, el polvo y la falta de accesos hacen que Ping pase la mayor parte del día fuera de casa, regresando únicamente por la noche. Como él mismo ha señalado: “no lo soporto”.
Problemas de accesibilidad y riesgos añadidos para el anciano y su nieto
Más allá del ruido, permanecer en la vivienda entraña ciertos riesgos. Durante los meses de lluvia, la tubería por la que acceden puede inundarse, dejando al hombre y a su nieto prácticamente incomunicados.
Las autoridades no contemplan derribar la casa a estas alturas, ya que supondría un enorme coste económico. Como apuntan medios locales, tirar abajo la vivienda implicaría perder “millones de yuanes invertidos”. ¿Qué puede hacer ahora Huang Ping? Sus alternativas son limitadas:
- Comprar una nueva vivienda en la ciudad.
- Trasladarse a vivir con familiares.
De momento, sigue resistiendo en medio de la autovía G206, una carretera de más de 13 kilómetros de longitud. Pero la convivencia con el ruido y el aislamiento se está volviendo insostenible.
Qué son las casas clavo y por qué son habituales en China
El caso de Ping no es aislado. En China son frecuentes las denominadas casas clavo (dingzihu en mandarín). Se trata de viviendas cuyos propietarios se niegan a vender, pese a estar ubicadas en zonas destinadas a grandes proyectos de urbanismo.
En muchos casos, la negativa responde a que consideran insuficiente la compensación ofrecida. Otras veces, como en esta historia, se interpreta como un acto de resistencia frente al poder del Gobierno.
A continuación, se resumen las principales características de este fenómeno:
Característica | Explicación breve |
---|---|
Nombre | Conocidas como casas clavo (dingzihu). |
Motivo | Resistencia a vender frente a promotores o Gobierno. |
Ubicación | Suelen quedar en medio de carreteras, rascacielos o autopistas. |
Consecuencia | Aislamiento del propietario y conflictos urbanísticos. |
Una decisión que pasó de ser símbolo de fuerza a pesadilla personal
En un primer momento, la negativa de este jubilado fue interpretada como un gesto de valentía contra la presión de las autoridades. Pero con el paso del tiempo se ha transformado en un aislamiento que le afecta tanto física como emocionalmente.
El vídeo de su situación, publicado en YouTube, acumula ya más de 63.000 visualizaciones, generando debate sobre si realmente valió la pena resistirse o si, por el contrario, habría sido mejor aceptar la compensación.