El actor y director reconoce una deuda fiscal cercana a 827.000 euros por diferencias contables en su productora, tras una sentencia de la Audiencia Nacional. Además, explica cómo protege su patrimonio con inversiones y una gestión prudente.
Santiago Segura habla de dinero con franqueza y sin rodeos. Afirma: “Tuve que pagar una deuda fiscal con Hacienda de más de 800.000 euros” y mantiene que continúa trabajando por puro disfrute creativo. ¿Qué hay detrás de estas cifras y declaraciones?
Quién es Santiago Segura y por qué su deuda con Hacienda importa
Creador de la saga Torrente, una de las franquicias más taquilleras, Segura combina popularidad y autocrítica. La saga ha recaudado más de 81 millones de euros solo en taquilla, y su fortuna se estima por encima de los 30 millones entre derechos, producción, presentaciones y publicidad.
Pese a ello, el cineasta recalca un enfoque vital: “El dinero no es lo más importante, pero da tranquilidad. Lo fundamental es sentir que disfrutas con lo que haces”. De ahí que siga activo: “Cuando me preguntan por el éxito de Torrente, respondo que con lo que he ganado podría haber dejado de trabajar hace mucho tiempo. Pero sigo porque disfruto crear contenido”.
Para comprender lo esencial de la noticia, conviene fijarse en algunos puntos clave.
- Deuda fiscal de más de 800.000 euros y pago cercano a 827.000 tras sentencia de la Audiencia Nacional por diferencias contables en su productora; saga Torrente con más de 81 millones recaudados; patrimonio estimado superior a 30 millones; inversiones en inmobiliaria y hostelería, con un castillo en Segovia junto a José Mota; apuesta por producir en España y gestión financiera prudente a los 60 años.
En consecuencia, el interés no reside solo en la cifra, sino en cómo afronta Segura la relación entre éxito, impuestos y gestión patrimonial. ¿Qué lecciones deja para cualquier contribuyente con dudas?
Cómo se originó la deuda fiscal y qué dijo el cineasta
El director contextualiza que la obligación de pago llegó “tras una sentencia de la Audiencia Nacional”, por “diferencias contables” en su productora. Lo resume con contundencia: “Yo pagaré cuando lo deba, como he hecho toda la vida. Lo que no voy a hacer es pedir perdón por el éxito”.
También recuerda que no fue un caso aislado: “En 2020 hubo 233.000 personas que no estaban de acuerdo con lo que les salía a declarar. Es muy dañino cuando buscan una noticia para empeñar mi trabajo”. Y subraya la intervención de asesores: “Son los asesores fiscales los que hacen las declaraciones a Hacienda, el hecho de no haber multa ya te indica que es un desacuerdo en la interpretación de la norma”.
Además, insiste en su compromiso con la industria nacional: “He tenido que hacer frente a una deuda fiscal de más de 800.000 euros, pero sigo apostando por producir en España”. No es poca cosa mantener inversión y empleo en un sector tan sensible a los vaivenes del mercado.
A continuación, un resumen ordenado de los datos económicos mencionados por Segura y su contexto inmediato.
Concepto | Dato |
---|---|
Recaudación de la saga Torrente | Más de 81 millones de euros |
Patrimonio estimado | Superior a 30 millones de euros |
Deuda fiscal pagada | Cerca de 827.000 euros |
Motivo del pago | Diferencias contables en su productora |
Inversiones destacadas | Inmobiliaria y hostelería; castillo en Segovia con José Mota |
Enfoque de gestión | Prudencia y diversificación; apuesta por producir en España |
Como se aprecia, su situación mezcla éxito empresarial y obligaciones tributarias, con una estrategia patrimonial basada en diversificar y medir riesgos. ¿Quién no ha pensado alguna vez en cómo proteger lo que ha ganado?
Qué patrimonio declara tener y cómo diversifica inversiones con prudencia
Segura no oculta su estrategia: “Gestiono mis inversiones y patrimonio con prudencia porque en este país nunca sabes cuándo te cambia la suerte”. Diversifica en inmobiliaria y hostelería, tanto en Madrid como en otros puntos, y posee un castillo en Segovia junto a José Mota.
Su horizonte vital también pesa en las cuentas: “Tengo dinero de sobra para vivir hasta los 80 años, pero ahora quiero vivir 100 y eso cuesta una pasta”. Por lo tanto, su patrimonio no es solo un número: es un colchón para seguir creando y mantener estabilidad familiar y profesional.
En definitiva, el retrato es el de un creador que asume sus obligaciones, defiende su trabajo y gestiona con cautela. Un equilibrio nada sencillo entre Hacienda, fama y empresa.