El artículo 249 bis de la Seguridad Social impulsará las pensiones de los trabajadores con este tipo de contratos

El artículo 249 bis permite que cada jornada en contratos de cinco días o menos compute como 1,4 días, facilitando el acceso a la pensión y a otras prestaciones contributivas. La medida pretende proteger carreras laborales irregulares y reducir situaciones de desamparo.

La Seguridad Social aplicará un coeficiente multiplicador del 1,4 a los contratos de muy corta duración (cinco días o menos). ¿Has ido encadenando empleos de pocos días? Este cambio te puede venir como anillo al dedo: ayuda a elevar el porcentaje que se aplica a la base reguladora y mejora la cobertura de distintas prestaciones.

Quién puede acogerse al cómputo de 1,4 días por contratos muy breves de hasta cinco días

La norma está pensada para quienes hayan trabajado con contratos de corta duración. Con este sistema, las carreras con periodos intermitentes podrán acreditar más días de cotización y, por tanto, mejorar el porcentaje al que tendrán derecho en su pensión o prestación. Es una herramienta sencilla y directa para quienes han alternado semanas de actividad y parones.

Para entenderlo de un vistazo, así se transforman los días trabajados en estos contratos muy breves:

Duración del contrato (días)Días que computan a efectos de cotización
11,4
22,8
34,2
45,6
57

Como se observa, un contrato de cinco días suma siete a efectos de cotización. Por consiguiente, se avanza más rápido en los años exigidos para acceder a una prestación contributiva.

Cómo aplica la Seguridad Social el artículo 249 bis y qué requisitos temporales cumple

El cómputo incrementado sirve para acreditar los periodos mínimos exigidos: la carencia genérica (15 años a lo largo de la vida laboral) y la carencia específica (al menos dos años dentro de los últimos quince). No se limita a la jubilación; también puede emplearse en incapacidad permanente, muerte y supervivencia (viudedad y orfandad), incapacidad temporal y nacimiento y cuidado del menor. ¿Qué cambia para ti en la práctica? Que el tiempo trabajado en contratos muy breves “pesa” más cuando pides una prestación.

Existen excepciones claras en las que esta previsión no se aplica. Para evitar confusiones, toma nota del siguiente listado único:

  • Contratos a tiempo parcial.
  • Contratos de relevo a tiempo parcial.
  • Trabajadores fijos-discontinuos.

Fuera de estos casos, el multiplicador se usa para acreditar días, pero conviene no confundir este mecanismo con la integración de lagunas (que afecta a cuantías de asalariados) ni con las cotizaciones ficticias reconocidas por ley. Cada instrumento tiene su función y alcance.

Prestaciones que mejoran con el coeficiente 1,4 para contratos de cinco días

Este refuerzo de cotización tiene impacto directo en varias prestaciones contributivas. Además de la jubilación, puede mejorar el acceso o las condiciones en incapacidad permanente, prestaciones por muerte y supervivencia, incapacidad temporal y la de nacimiento y cuidado del menor. En consecuencia, las personas con trayectorias laborales discontinuas ven reconocido un esfuerzo que antes podía quedarse corto para cumplir requisitos.

Ejemplo práctico para entender porcentaje y base reguladora sin confusiones ni errores

Lo esencial es distinguir dos planos. El multiplicador no aumenta la base reguladora (la media de salarios), sino el porcentaje al que se tiene derecho por años cotizados.

Un ejemplo lo clarifica. Marta acredita 30 años reales: 25 con contratos indefinidos (9.125 días) y 5 en contratos cortos (1.825 días). Al aplicar el 1,4 a esos 1.825, resultan 2.555 días computables. Total: 9.125 + 2.555 = 11.680 días, equivalentes a 32 años. Con 30 años le correspondería el 85,18% de su base reguladora; con 32, el 89,74%. Casi cinco puntos más… y para toda la vida, incluidas pagas extraordinarias. ¿La base reguladora? Se calcula solo con los 30 años reales; los “días extra” cuentan para el porcentaje.

En resumen, el artículo 249 bis impulsa el cómputo de quienes han trabajado con contratos de cinco días o menos, abriendo la puerta a pensiones y prestaciones mejores y reduciendo el riesgo de desprotección futura.

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