Confirmado: la nueva luz en los semáforos que pretende mejorar la seguridad vial

El nuevo sistema busca mejorar el flujo de circulación y reducir el consumo de combustible, gracias a la intervención de vehículos autónomos.

Los semáforos están a punto de vivir su mayor revolución en décadas. Tras más de un siglo funcionando con tres colores (rojo, verde y ámbar), se incorporará una cuarta luz de tono blanco. El objetivo: optimizar el paso de los vehículos por los cruces y ahorrar combustible, en un contexto de avances tecnológicos liderados por la conducción autónoma.

Las razones detrás de la inminente incorporación de una cuarta luz en los semáforos

El grupo de ingenieros de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) ha propuesto añadir un color blanco a los semáforos para controlar mejor el tráfico, especialmente con la llegada de vehículos autónomos. ¿En qué consiste exactamente? Cuando estos vehículos inteligentes detectan que pueden regular la intersección, se enciende la nueva luz para que los conductores con coches convencionales simplemente sigan al automóvil que circula delante. De esta forma, se agiliza la circulación en los cruces y se reduce el tiempo de espera.

Por supuesto, no debes alarmarte: el rojo, el verde y el ámbar continúan desempeñando su función habitual. La gran novedad consiste en que la luz blanca será la clave para avisar a los conductores de que se encuentran ante una intersección gestionada en buena parte por la conducción autónoma. ¿Te imaginas un futuro en el que los atascos se conviertan en algo anecdótico?

Todo lo que debes saber sobre la nueva fase blanca y su funcionamiento en vehículos autónomos

Según el estudio de la Universidad de Carolina del Norte, la fase blanca se activará cuando un número significativo de coches autónomos llegue a la intersección. En ese momento, los conductores humanos solo tendrán que seguirlos si la luz blanca está encendida. De ahí que la eficiencia mejore: los vehículos inteligentes recopilan datos y toman decisiones más rápidas, reduciendo posibles colisiones y haciendo fluir el tráfico.

Aunque los resultados preliminares son prometedores, los ingenieros advierten que aún no existe una fecha oficial para la implementación de esta novedad. Por consiguiente, los semáforos con cuatro luces siguen siendo una propuesta en fase de pruebas, pero todo apunta a que el cambio podría llegar más pronto que tarde.

A continuación, se muestra una tabla informativa con el significado de cada color en los futuros semáforos de cuatro luces:

ColorSignificado
RojoObliga a detenerse por completo.
VerdeAutoriza a continuar la marcha.
ÁmbarIndica que se debe detener el vehículo, salvo riesgo al frenar brusca y peligrosamente.
BlancoSeñal para seguir al coche delantero cuando los vehículos autónomos gestionan el cruce.

Esta tabla no solo aclara la función de cada color, sino que refleja el gran cambio que supone la inclusión de una nueva luz en algo tan cotidiano como un semáforo.

Ventajas potenciales de contar con una cuarta luz en los semáforos convencionales

Es cierto que, a priori, puede parecer complicado asimilar un nuevo color en los semáforos. Sin embargo, su implementación promete ventajas muy interesantes:

  • Menos retenciones de tráfico: las intersecciones se despejarían más rápido.
  • Mayor seguridad vial: la comunicación entre vehículos autónomos y convencionales reduciría accidentes.
  • Ahorro de combustible: al evitar frenadas o esperas innecesarias, se disminuiría el consumo.
  • Eficiencia operativa: el uso de datos en tiempo real mejoraría la planificación del viaje.

Por supuesto, la llegada de la luz blanca no implica el fin de los semáforos tradicionales de tres luces: los tres colores de siempre seguirán en activo, aunque acompañados por una fase adicional que conectará la conducción humana con la automatizada.

¿Qué sucederá, mientras tanto, con los semáforos que ya conocemos? De momento, los llamados “semáforos inteligentes” en prueba en países como Alemania demuestran cómo la tecnología puede adaptar los tiempos de luz roja o verde en función del flujo de vehículos. La introducción del color blanco va un paso más allá, sobre todo en el ámbito de la conducción autónoma.

No hay fecha oficial para su llegada definitiva, pero cada vez son más las investigaciones que apuntan al enorme potencial de esta nueva fase. Conducir podría ser, dentro de unos años, una experiencia mucho más segura y eficiente, en la que solo habrá que seguir a los coches inteligentes cuando se encienda la luz blanca.

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