Cierre inesperado de la pastelería donde tomaban té Ava Gardner y la reina Sofía: no tenían ni para pagar a los trabajadores

Una cadena emblemática dice adiós tras 90 años de tradición, dejando a sus clientes y empleados en el aire

La cadena de pastelerías Embassy ha cesado su actividad en Madrid de forma repentina, clausurando todos sus locales sin previo aviso. Tras más de 90 años de historia, esta mítica firma dedicada a la alta confitería abandona el panorama gastronómico de la capital, con sus clientes y trabajadores, a la espera de respuestas sobre el futuro.

Los motivos del cierre han sido explicados por la propia empresa, que reconoce no haber recuperado el volumen de ventas previo a la pandemia y sufrir un notable aumento de los costes de producción y energía. Mientras las conversaciones con la plantilla siguen abiertas, el panorama para empleados y aficionados a sus dulces creaciones no parece muy esperanzador.

Cómo influye el cierre de una pastelería histórica en la estabilidad laboral de sus empleados

Los trabajadores de Embassy se han encontrado de la noche a la mañana con la incógnita de qué sucederá. ¿Puede haber alguna compensación o una reubicación? Por el momento, no hay detalles concretos. Al parecer, varios miembros del personal han denunciado retrasos en el pago de sus salarios, y la dirección mantiene abiertas negociaciones para aclarar las condiciones finales de cada contrato.

Por otro lado, el anuncio de clausura no solo sacude el panorama laboral de la plantilla, sino que también representa una pérdida para la oferta cultural y gastronómica de Madrid. Desde su fundación en 1931, a manos de la británica Margarita Kearny Taylor, la firma adquirió un prestigio que la llevó a convertirse en un punto de encuentro para personalidades de la realeza y del mundo del espectáculo.

La importancia simbólica de Embassy y las consecuencias sociales de este cierre empresarial

Fundada como un referente de la pastelería de lujo, Embassy estuvo presente en calles tan emblemáticas como La Castellana, Goya, Aravaca o Moraleja. Cada uno de sus puntos de venta ofrecía tartas artesanales y clásicos como roscones, pannettones o rosquillas, deleitando durante décadas a todos los amantes de los dulces.

Además, su historia está vinculada a momentos clave del siglo XX: se convirtió en refugio para personas perseguidas durante la Segunda Guerra Mundial y estuvo frecuentada por grandes nombres como Ava Gardner, la reina Sofía o el duque de Windsor. El repentino cierre deja un vacío que va más allá de lo meramente comercial, afectando a la memoria colectiva de la ciudad y a la estabilidad económica de los trabajadores. A continuación, se muestra un listado de las ubicaciones más destacadas de la cadena:

  • Aravaca.
  • Goya.
  • Potosí.
  • O’Donnell.
  • Santa Engracia.
  • Moraleja.

Todas han bajado la persiana sin una fecha de reapertura o información oficial clara.

Año de fundaciónFundadoraLocal más emblemáticoMotivo de cierre
1931Margarita Kearny TaylorCastellana (n.º 12)Falta de liquidez y costes elevados

Esta tabla resume algunos puntos clave de la trayectoria de la marca y su cese de actividad.

Un adiós que sacude el corazón gastronómico de Madrid y deja interrogantes sin resolver

Por el momento, la empresa no ha confirmado si este cierre es definitivo o si existe la posibilidad de una reestructuración que permita recuperar parte de su plantilla y su legado. Mientras tanto, los nostálgicos de Embassy recuerdan con añoranza aquellas dulces recetas que convirtieron a la firma en un lugar de referencia.

¿Habrá un futuro para los obradores artesanos de la capital tras la desaparición de este icono? De momento, todo indica que la historia de Embassy llega a su fin, quedando como recuerdo su larga tradición, su pastelería de lujo y la esperanza de que, si se produjera un nuevo comienzo, el espíritu de su fundadora sobreviva en cada vitrina de Madrid.

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